
Desde ayer, ya con el resultado favorable en la interna panista, Fernando Larrazabal está buscando tener en su War Room de modo formal al senador VÃctor Fuentes y a Homero Niño de Rivera, referente del panismo sampetrino.
El ex alcalde regio requiere concentrar en su candidatura cualquier intento de divergencia porque la precampaña no ha cambiado su posición en los sondeos: figura al final de las preferencias y es uno de los dirigentes más desprestigiados en el electorado estatal. Larrazabal necesita evitar cualquier desviación hacia otros candidatos.
Con Fuentes tiene la ventaja de que el senador ya tendrÃa casi definido no abandonar el PAN a pesar de no tener la candidatura. Tampoco hará esfuerzos en judicializar el resultado favorable a Larrazabal.
El candidato del PAN es un polÃtico pragmático y un hombre hábil para las relaciones personales y por eso confÃa en integrar al senador.
Con Niño de Rivera es más sencillo. Este dirigente tuvo un desempeño aceptable en San Nicolás, en la elección interna, mejor que Fuentes que fue alcalde de ese municipio. Eso fue gracias a Larrazabal, que espera de Niño de Rivera una cuestión fundamental: que lo posicione de modo favorable con los sectores panismo de San Pedro Garza GarcÃa, allà donde la polÃtica y el empresariado confluyen.
Niño de Rivera es cercano a la familia propietaria del emporio Alfa y en CDMX integra el buffet de Ricardo Gil Zuarth, ex senador y ex hombre fuerte del sexenio calderonista.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.