
El balance de la campaña a dos meses de su conclusión. Dos opciones: Morena y el Frente. La invitación a detener al "echeverrismo bolivariano". |
Los simpatizantes del PRI, gente de base, estructuras, e incluso militantes "de a pie", que no son unos corruptos, como los ex gobernadores de esas siglas -presos o prófugos-, a ellos es necesario y oportuno hacer un llamado, para que reflexionen el sentido de su voto, toda vez que Meade va para abajo y hay prioridades que nos hermanan.
Esta gente en todo el territorio nacional, se debe sentir invitada a sumarse al Frente por México, por varias razones no superfluas. Uno, que no tiene caso escoger como opción al PRI y a su candidato, que es Meade, porque de cualquier manera van a perder. Dos, porque Ricardo Anaya, basándonos en toda encuesta, es el único que está en condiciones realistas de vencer a Obrador. Y tres, porque alguien como Obrador, se sabe cuándo llega al gobierno, pero jamás cuándo se va. Es el caso de Daniel Ortega en Nicaragua, de Evo Morales en Bolivia, de Chávez y Maduro en Venezuela, de los Castro en Cuba.
Ese planteamiento tramposo del tabasqueño, de todo estarlo pasando por "asambleas populares", a mano alzada, en ensayitos cada dos años sobre cualquier tema, es una vil estrategia para acostumbrar a la gente a estos métodos, y a la tercera asamblea, al final del sexenio, consultar "al pueblo" si Obrador debe irse o quedarse. A lo que, por supuesto, sus fanáticos fundamentalistas responderán que se debe quedar otros seis años. Asà le han hecho varios lÃderes por allá en Sudamérica y el Caribe. ¿O no?
De verdad lo digo, para el futuro de nuestro paÃs es muy importante poder evitar que el echeverrismo bolivariano y trasnochado de Obrador, pueda apoderarse del gobierno. No hay que confundir las cosas. Estamos totalmente de acuerdo en que necesitamos alternancia, e incluso mucho más que eso, necesitamos un cambio de régimen, pero no necesitamos un perfil autoritario y populista, con ideas de los 70´s, proteccionistas, aislacionistas, como las de Obrador, que nos van a sumergir en crisis de inseguridad y de endeudamiento.
Obrador lleva tres sexenios en una campaña de facto por la presidencia de la República, y todo mundo lo conoce, aunque no por las mejores razones: encarna muy bien el odio, la frustración, el coraje, el resentimiento de mucha gente en México. Eso es lo malo. Que sea la encarnación de la venganza. La venganza no lleva a nada, porque es voluntad de destrucción. Y necesitamos construir.
No necesitamos venganza. Si no un cambio responsable. Un cambio bien planteado, de cara al futuro, que integre a los jóvenes, a todos, y las nuevas tecnologÃas, para construir un paÃs seguro, en desarrollo, pero por el camino correcto. Sin endeudarnos más, y combatiendo a la corrupción.
Obrador no puede combatir ninguna corrupción porque tiene pesos pesados de la corrupción metidos en su partido personal, y además no quiere un fiscal general independiente, sino que quiere un #FiscalCarnal designado por su dedito, igual que como ha designado a todos los candidatos.
Y -dicho sea de paso-, muchÃsimos de ellos no tienen ni idea de los problemas del lugar que pretenden gobernar. Asà de irresponsable y electorero es el criterio de Obrador. Hace lo que sea para intentar ganar, y no le importa poner botargas al frente de alcaldÃas y diputaciones. No es serio, es electorero. Para él, el fin justifica sus medios.
Obrador, ese viejo conocido. No es verdad que valga más, malo por conocido, que bueno por conocer. Obrador es un ex priÃsta. Pero no cualquiera -conozco muchos de las bases que son nobles y honestos-, sino uno que optó por sumarse a esas filas en plena efervescencia de los jóvenes ante gobiernos autoritarios como el de DÃaz Ordaz. Vino la masacre del 68 y luego Obrador decidió sumarse a los sucesores de ese gobierno del PRI. Su mente está formateada en clave autoritaria.
Pero ojo, no es un priÃsta como los de "abajo", ajenos al pensamiento de putrefacción polÃtica de los ex gobernadores y otros lÃderes, ajenos a la rapiña, que ven al presupuesto como un murciélago ve la sangre que quiere chupar. En el fondo de sus pensamientos debe añorar poder reconstruir las épocas de EcheverrÃa, cuando la figura presidencial era el centro absoluto del poder polÃtico, y no habÃa contrapeso alguno. Pero ya no estamos en esos años, afortunadamente.
En la actualidad, en tiempos de las sociedades de la información, del conocimiento, de la psicopolÃtica, con toda su complejidad -estudiada por el filósofo coreano avecindado en Alemania, Byung Chul-Han-, cuando sufrimos la auto-explotación, el sÃndrome del burnout, pero gozamos de tecnologÃas que nos interconectan, necesitamos como presidente un perfil con mente abierta, un polÃglota, joven pero maduro, con propuestas viables, como Ricardo Anaya. Alguien que sà confÃa y dialoga con los ciudadanos. No como Obrador que declara desconfiar de todo lo que huele a ciudadano. IncreÃble.
Queda poco tiempo en el reloj electoral. Es momento de despertar. Todos necesitamos unirnos para evitar la catástrofe que significarÃa la llegada de Obrador al poder. O nos vamos a arrepentir muchos años. Quizá décadas y décadas. Si gana Obrador, México va a hacer un viaje al pasado, a un pasado que ya fracasó.
Es la hora de luchar.
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¿UTIL PARA QUIEN? ¿PARA EL PRI????
ESO SE LLAMA OPPTTIIMMIIISSMMO NIVEL DIOS... EL PRIAN YA SE VA A CHINGAR A SU MADRE R.I.P. BAY, BABALÚ, HASTA NUNCA PUERCOS, ME SALUDAN A SATANÁS QUE YA LOS ESTÀ ESPERANDO PARA COBRARLES TODO LO QUE LE DEJO HACER DURANTE 90 AÑOS.