El presidente de Argentina, Mauricio Macri, exigió a Nicolás Maduro que libere a los presos políticos y llame a elecciones en Venezuela, en la apertura de la cumbre de presidentes del Mercosur que se desarrolla en Mendoza, Argentina.

"Desde Mercosur reiteramos llamado a la paz, liberación de grupos políticos y una solución electoral", dijo el presidente argentino en el último tramo de su breve discurso, antes de cederle la presidencia pro témpore del bloque comercial al brasileño Michel Temer.

Y agregó: "El fin de semana los venezolanos le demostraron al mundo que están comprometidos con la democracia", señaló Macri para celebrar el plebiscito impulsado por la oposición venezolana para frenar la reforma constitucional que quiere aplicar Maduro.

La crisis política y social de Venezuela monopolizó la cumbre que se realiza desde el inicio de la semana en el Hotel Intercontinental de Guaymallén. Por su parte, el presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que seguirá trabajando en "la redemocratización del Estado venezolano".

Desde Mercosur reiteramos llamado a la paz, liberación de grupos políticos y una solución electoral.

El jueves, los cancilleres avanzaron en la redacción de un documento para aplicarle a Venezuela la "claúsula democrática" que estipula el reglamento del Mercosur ante la interrupción del orden democrático de uno de los socios. 

Venezuela, que se encuentra suspendida desde diciembre de 2016, recibiría de este modo un ultimátum para cancelar la asamblea constituyente que Maduro impulsa para el 30 de julio, o de lo contrario podría ser expulsada del bloque comercial, como adelantaron ayer las autoridades argentinas.

Fracaso de Faurie: Uruguay modera condena

Macri es uno de los mayores impulsores de esta sanción contra Maduro y tiene el apoyo pleno de Brasil y Paraguay. Por impulso del presidente, el canciller argentino Jorge Faurie advirtió desde el inicio de la cumbre de Mendoza que se estaba trabajando en un duro pronunciamiento contra Maduro a modo de ultimátum.

En ese sentido, anoche, en una reunión con un puñado de periodistas que se realizó de manera prácticamente secreta, Faurie aseguró que si Venezuela no altera su intención de llamar a una elección para una Asamblea Constituyente, el Mercosur recurriría a "la suspensión permanente de ese país en todos los órganos" del bloque.

El titular de la cancillería argentina llegó a ordenar que se quitara la bandera de Venezuela del estado central de la reunión preparatoria de la cumbre y en una reunión con periodistas anticipó su intención de expulsar al país del bloque. Incluso, la Cancillería argentina ordenó quitar del estrado central de cada reunión preparatoria de la cumbre la bandera de Venezuela, mientras desde el país caribeño denunciaban que la cumbre era ilegal.

Los presidentes de Argentina y Uruguay, Mauricio Macri y Tabaré Vázquez.

Presidencia

Sin embargo, lo que no esperaban en Argentina era que el salvador de Maduro fuera el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que desde su llegada al suelo mendocino el jueves por la tarde, dejó en claro que venía con un tono mucho más moderado y que, como su par de Bolivia, no quería entrometerse en las cuestiones internas del resto de los países de la región.

"No podemos aislar a Venezuela ni al pueblo venezolano", dijo Tabaré en su discurso en la cumbre y agregó que espera que el país encuentre el diálogo y la solución "el camino de paz" para "profundizar su democracia". El uruguayo llamó a "tender una mano fraterna al pueblo venezolano" y dijo que le duelen las muertes de "tantos hermanos".

La declaración del Mercosur fue de "preocupación" por la situación de Venezuela y no de "condena", como planteaba la Argentina.

Tampoco sirvió la reunión que este viernes por la mañana tuvo Macri a solas con su par uruguayo. De este modo, la declaración del Mercosur fue de "preocupación" por la situación de Venezuela y no de "condena", como planteaba la Argentina.

En Argentina se dejaron llevar por las recientes declaraciones de otro uruguayo: Luis Almagro, titular de la OEA e integrante del Frente Amplio como Tabaré. Almagro tiene una visión diametralmente opuesta a la del presidente: "Venezuela es el país más corrupto en el continente", denunció esta semana ante el Senado de Estados Unidos. Almagro había fracasado el mes pasado en su intento para que la OEA condenara al gobierno de Venezuela.

Macri debió conformarse entonces con mostrar un lado conciliador, al ofrecer su "disposición a establecer, en consulta con el Gobierno y la oposición, un grupo de contacto para facilitar y mediar en un nuevo proceso de diálogo y negociación entre las partes en conflicto".