El promocionado operativo de seguridad para impedir incidentes en la Final de Libertadores 2018 de este sábado fracasó de manera absoluta, provocando un papelón mundial a dÃas del G20 que reunirá en la ciudad a los principales lÃderes del mundo. El autobús que traÃa a los jugadores de Boca fueron atacados a pedradas por hinchas de River al llegar al Estadio Monumental, en medio de una notable ausencia de efectivos para resguardar a los jugadores visitantes.
"Fue una emboscada", comentó uno de los presentes en los incidentes, que terminaron astillando los vidrios del micro que llevaba a los jugadores del club de la ribera y que obligaron a suspender el inicio del partido previsto para las 17 horas, desatando una guerra de intereses cruzados para que se reanude.
Las primeras imágenes que trascendieron confirman en efecto serias fallas en el operativo, ya que se ve que los organizadores hacen ingresar al micro con los jugadores de Boca ingresa al monumental por una avenida Monroe desbordada de hinchas de River a ambos lados y con la escolta de apenas un puñado de motos de policÃa.
Luego cuando intervino la policÃa, todo fue peor. Para intentar dispersar a los hinchas los efectivos empezaron a tirar gases lacrimógeno afectando a los propios jugadores. Se vio entrar a los jugadores al vestuario heridos y con dificultad para respirar. El chofer del micro bajó desmayado y seis jugadores vomitaron y quedaron tirados en la antesala el vestuario: Carlos Tevez, Fernando Gago, Julio Buffarini, AgustÃn Almendra, Nahitán Nandez y DarÃo Benedetto.
Incluso trascendió que ante los ataques, el chofer del micro recibió un ladrillazo en una ventana y tuvo que ser reemplazado de manera urgente en el volante por un dirigente del club, con el riesgo de desencadenar una tragedia si no se lograba controlar el micro.
Pasadas las 17 horas, el panorama era completamente confuso. Mientras la Conmebol informó a través de su cuenta oficial de Twitter que el partido fue postergado para las 18, desde de Boca insistÃan en que su plantel no está en condiciones de jugar -con Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo hospitalizados- y las fuerzas de seguridad apostadas en la puerta del estadio les decÃan a los hinchas que el partido no se jugarÃa hoy. Pablo Pérez tendrÃa una úlcera en el ojo izquierdo y no estarÃa en condiciones de jugar y en su lugar entrarÃa Gago.
Se supo además que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, presente en el paÃs para ver la final, le habrÃa dicho al presidente de Boca, Daniel Angelici, que la final debÃa jugarse sà o sÃ. mientras que el técnico de River, Marcelo gallardo, dijo que de ninguna manera iba a aceptar jugar la superfinal si el plantel de Boca no estaba en óptimas condiciones.
Luego de una reunión entre Infantino, Angelici y el presidente de la Conmebol, Alejandro DomÃnguez, se acordó que el partido se juegue a las 19.15, pese a todo.
Los incidentes se desencadenaron pasadas las 15, con la llegada en micro del plantel de Boca al Monumental. En ese momento, cuando faltaban menos de dos horas para que comenzara la final, un grupo de hinchas de River empezó a lanzar piedras contra el plantel visitante. La zona parecÃa liberada, sin policÃas que controlaran las inmediaciones del estadio.
Bullrich quedó en el centro de las crÃticas, ya que de modo reiterado habÃa afirmado que "el Estado está en condiciones de garantizar la seguridad en los estadios". Incluso, hace un par de semanas cuando Macri pidió que hinchas visitantes puedan presenciar el partido, la ministra habÃa respaldado la polémica propuesta con una pregunta retórica: "Vamos a tener un G20, ¿no vamos a poder dominar un partido River-Boca?".
Los incidentes preocupan porque se dan, justamente, a dÃas de la cumbre mundial en la que participarán en Buenos Aires los lÃderes de las máximas potencias, con un megaoperativo de seguridad también a cargo de Bullrich.
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