Mañana viernes finalizará otra semana en la cual los dueños de las principales franquicias de la Liga MX no consiguen tener una reunión con Hugo López Gatell. La gestión es desesperada porque las pérdidas de los equipos son multimillonarias y el subsecretario se niega a conversar con los empresarios así como tampoco concede dar un horizonte temporal en el cual pueda volver la actividad deportiva.

Chivas de Guadalajara y Santos Laguna llevan perdidos desde que se paralizó la actividad deportiva alrededor de 100 millones de pesos, que era lo que podían haber recibido en venta de boletos. A eso se suman los salarios en dólares de los jugadores, la interrupción del pago de derechos televisivos y la inacción del mercado de pases, lo cual da por resultado un incremento sideral de la contabilidad en rojo.

Entre los dueños de las franquicias las especulaciones son variadas. José Antonio Fernández, titular de Femsa y de Rayados de Monterrey, dijo en una reunión esta semana que cree que el fútbol recién podrá regresar en febrero del 2021.

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Emilio Azcárraga, dueño de Televisa y del America, calcula que el regreso podría ser previo, en septiembre. Cercano a la 4T, y de buen acceso a Andrés Manuel López Obrador, el empresario es el principal nexo para resolver cuándo llegaría la normalización deportiva.

La opción de volver a reactivar la liga con estadios a puertas cerradas es inviable por el costado financiero. Bajo esa noción está también la negativa de López Gatell a cualquier platica: el subsecretario niega la reunión porque no puede ofrecer precisión sobre cuándo podrán volver las grandes aglomeraciones de público.