Un nuevo frente de disputa se abrió entre México y EU, esta vez ante el acero. Luego de que un grupo de 14 legisladores pidiera al presidente Joe Biden frenar el alza de importaciones de acero mexicano a Estados Unidos, la industria acerera mexicana refutó este domingo los argumentos, asegurando que no son violatorias del T-MEC y apuntando contra China.

"Jamás hemos representado una amenaza, somos complementarios", lanzaron desde la Canacero en respuesta a la acción del grupo de senadores en Estados Unidos que se quejaron ante Jake Sullivan. Por el contrario, refutaron que México es el que debe estar preocupado ante el superávit histórico de 3300 millones de dólares que Estados Unidos alcanzará en 2023, con lo que controlará el 14.6% de nuestro consumo.

Los industriales argumentan que los datos usados por sus contrapartes estadounidenses están desactualizadas, pues se focalizan en 2022, sin embargo, afirman que en 2023 las condiciones son diferentes: "Hoy México es quien está preocupado por el constante aumento de las exportaciones de productos de acero terminado de EE.UU. a nuestro país"

"Somos su principal destino de exportación y ocupan el 14.6% de nuestro consumo, mientras que las exportaciones de México a EE.UU. representan apenas el 2.6% de su consumo. ¿En qué sentido podríamos ser una amenaza para su seguridad nacional teniendo además un TLC?", señalaron.

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Defendieron que las exportaciones de acero de México a EE.UU. no son violatorias del T-MEC, se realizan en condiciones leales de comercio y bajo el pleno cumplimiento de prácticas comerciales internacionales y la legislación aplicable de ese país. Las exportaciones de México hacia EE.UU. sustituye a las provenientes de países asiáticos y de Europa del Este.

Además, apuntaron contra el comercio chino como el verdadero culpable de daños a ambas economías, destacando que el país aplica medidas para alinear las importaciones de países asiáticos con las políticas arancelarias de EU. En ese sentido, dijeron que deben ser aliados y enfrentar conjuntamente "la guerra por el empleo".

La queja de los legisladores estadounidenses es que las importaciones de acero provenientes de México incrementaron 73% durante 2022 violando el Acuerdo Conjunto sobre Acero y Aluminio de 2019.

"Esta violación y el aumento resultante amenazan nuestra base manufacturera y la seguridad nacional estadounidense y exigen una acción inmediata por parte de la administración", escribieron.

Los legisladores aseguraron que se observan "continuos intentos" por parte de empresas siderúrgicas mexicanas de aumentar más su participación de mercado en Estados Unidos.

En una dura crítica contra el gobierno mexicano, deslizaron que podría estar retrasando "intencionalmente" y negociando "de mala fe" el acuerdo para restablecer el monitoreo de las exportaciones para garantizar el cumplimiento futuro del Acuerdo Conjunto de 2019.

"Además, nos preocupa que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya reducido drásticamente el personal de la Secretaría de Economía de México en al menos un tercio, poniendo en duda si México puede siquiera hacer cumplir un acuerdo de monitoreo de exportaciones", dijeron.