Parece que el Washington Post decidió tomarse el fin de semana libre de revelaciones en el affair Rusia, sólo para volver a la carga el dÃa de hoy con una nueva historia explosiva contra el presidente Trump, quien desde el viernes está en su primera gira internacional en el Medio Oriente.
De acuerdo a las fuentes del rotativo en la comunidad de inteligencia, Trump habrÃa pedido a dos altos oficiales de inteligencia que confirmaran la falta de evidencia en la investigación contra la posible colusión rusa en la elección de 2016, algo que los funcionarios rechazaron.
Hace dos semanas Trump despidió al director del FBI James Comey, quien mantenÃa una investigación abierta desde el verano pasado para averiguar si existió colusión entre la campaña presidencial del magnate y los servicios de inteligencia rusos. Aunque al principio la Casa Blanca insistió que el despido era porque Comey habÃa manejado mal la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton, un dia después el propio Trump reconoció en una entrevista que lo habÃa despedido motivado en parte por "el asunto ese de Rusia", sin entender que podÃa estar incurriendo en obstrucción de la justicia, un crimen que podrÃa costarle la presidencia.
Hoy fuentes al interior de la comunidad de inteligencia informaron al Washington Post que, molesto con el testimonio de Comey ante el Congreso que dejó al presidente mal parado, Trump pidió a Daniel Coats, director nacional de inteligencia, y al almirante Michael Rogers, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que negaran públicamente la existencia de evidencia de colusión entre la campaña presidencial y los rusos en la elección de 2016.
Ambos se negaron a hacerlo, y calificaron la solicitud del presidente como inapropiada. La NSA habrÃa documentado la conversación en un memorando interno, y es posible que exista otro en los documentos de Inteligencia Nacional. Ambos pueden ser solicitados y publicados tanto por el Congreso como por el investigador especial que el Departamento de Justicia asignó al caso, Robert Mueller, antecesor y mentor de Comey que estuvo al frente del FBI de 2001 a 2013.
Dos oficiales y dos exoficiales de inteligencia confirmaron la historia del Post. "El problema no fue tanto que les pidiera hacer declaraciones públicas, sino que les pidiera hacer declaraciones falsas sobre una investigación en curso", dijo un miembro senior retirado de la comunidad de inteligencia.
Una historia en The Hill documentó la semana pasada que la cantidad inédita de filtraciones que ha enfrentado la administración podrÃa obedecer a una creciente preocupación en el staff presidencial. Y es que muchos asesores y especialistas en el equipo de la Casa Blanca han declarado que el presidente se niega a escuchar recomendaciones, y tiende a tomar los consejos como crÃticas. En muchos casos los consejeros esperan que al filtrar la información la prensa sirva para "jalarle las orejas" al presidente y aprenda de sus errores. Está por verse si ha tenido el efecto deseado.
Mientras tanto, los números de aprobación del presidente siguen en caÃda libre desde hace meses. Hoy, una encuesta lo ponÃa con apenas 37% de aprobación. Algunos congresistas republicanos ya han coqueteado con la idea de iniciar el proceso de impeachment contra el presidente, lo que podrÃa terminar costándole la Casa Blanca.
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