Luis Videgaray creyó que tenÃa asegurados no solo los 23 votos reglamentarios para condenar a Venezuela en la OEA, sino incluso hasta 25 voluntades. El canciller llegó al momento decisivo en Cancún con la premisa de que República Dominicana, Haità y El Salvador se alinearÃan con la CancillerÃa mexicana. No sucedió asà como tampoco sus asesores lograron convencer a las pequeñas islas de DomÃnica y Granada.
Videgaray se quedó en solo 20 votos y en las últimas horas reconoció ante su equipo que hubo errores de cabildeo y que se subestimaron hechos como que 1500 millones de dólares le debe Haità a Venezuela en concepto de combustible o los 1000 millones que debe El Salvador.
El revés impensado genera movimientos y Videgaray podrÃa hacer cambios en la representación mexicana ante la OEA hoy en manos de Luis Alfonso de Alba Góngora, un diplomático de escuela. El contexto ameritarÃa un operador de tipo más polÃtico.
Para el canciller resulta clave condenar internacionalmente a Venezuela porque ese es su acceso a los senadores del Partido Republicano que están contra Donald Trump, halcones como John McCain o Marco Rubio.
La petrodiplomacia de Caracas demostró que aunque Venezuela es hoy uno de los paÃses más asilados de la polÃtica internacional, todavÃa tiene capacidad de maniobrar en este tipo de foros regionales, de donde Nicolás Maduro ha dicho que tiene la intención de retirar a su paÃs.
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