En el discurso de Andrés Manuel López Obrador sobre el destino de los hidrocarburos en el país, se instala con fuerza la idea de construir nuevas refinerías como vía para asegurar el abasto de hidrocarburos. Pero para su actual director, José Antonio González Anaya, existen otras vías e incluso, considera que ésta es la más difícil.

El dirigente de Morena no solo refiere al incremento de la rentabilidad, también ha dicho que a través de este proyecto podría bajar las tarifas de las gasolinas, criticando el Gobierno ha dejado en el olvido este negocio y la razón de ello es que la compra de gasolinas en Estados Unidos "era un negocio mucho más jugoso".

Cuestionado sobre esta posibilidad, el directivo habló de los retos de construir nuevas refinerías, pero más que eso, señaló que deben verse otras posibilidades. Y además, contextualiza que en el mundo "no se han hecho refinerías fuera de Asia desde hace 30 o 40 años".

Inclusive, aseguró que en Estados Unidos el número de refinerías se ha disminuido de manera importante en los últimos 50 años y se han concentrado en la costa.

Explicó también las necesidades en términos de infraestructura que requiere un proyecto de esta envergadura, pues además del proceso de refinación necesita una casa de bombas, planta de hidrógeno, electricidad, vapor y construirse en la costa, para poder llevar petróleo, hacer petrolíferos, tuberías.

Apuntó que lo que está ocurriendo en el mundo es la renovación de las refinerías ya existentes. En ese escenario lanzó: "Hay que pensar bien si hay que hacerlas y dónde hacerlas porque la infraestructura es bien grande. Es posible que a lo mejor sea necesario una refinería adicional pero se tendría que hacer en la costa, pero antes es llevar a las refinerías actuales a mayor capacidad".

En el marco del el Oil & Gas Innovation Forum, también se le cuestionó al directivo de la petrolera del futuro del sector y la reforma tras las elecciones de 2018. Despreocupado, recordó que sería complejo dar marcha a tras al proyecto de esta administración.

"Hacer cambios constitucionales son difíciles, se tienen que lograr importantes consensos" y en ese sentido recordó que en administraciones anteriores se habían ya propuestas para una reforma de este tipo, sin embargo por falta de consensos fracasaron.