Enrique Peña Nieto emite señales de optimismo luego de las mesas desarrolladas en el marco de la Asamblea Nacional del PRI. Se quitaron los candados que se querían quitar, se realizó una concesión que será más bien efímera relativa a las candidaturas pluri y, lo que es más importante para el microclima de Los Pinos, se asestó una derrota categórica a la rebelde Ivonne Ortega.

Esto último se conoció en el ocaso de ayer en la residencia oficial. Hasta allí llegó el reporte de un hecho ocurrido en Campeche y que tuvo poca trascendencia porque fue en el secreto del debate de esa mesa. Cuando Alejandro Moreno Cárdenas operó para que se votará la no reelección de los pluri, la ex gobernadora Álvarez creyó entender que había clima para reformas de fondo, igual que ocurrió en la asamblea de los 90 en la que se votaron los candados para frenar a los tecnócratas: cuando se aprobó el primero luego pasaron todos.

Ivonne tuvo una percepción similar y pidió en vos alta que se vote por una elección de candidato desde las bases del PRI: rápidamente se escucharon rechazos concretos, el menos original pero más efectivo: recordarle que ese tipo de mecanismos se votan en otros ámbitos, con más participación de representantes y en otro momento de la agenda interna del Partido. No tuvo ningún apoyo de peso en Campeche y su planteó terminó silenciado con el cántico de una sola palabra: "unidad". En la madrugada de hoy viernes circulaba el comentario de que el movimiento de limitar la reelección de los pluri había sido a propósito para darle impulso a Ortega y que ella sola se topará con el rechazo de una mesa totalmente operada desde Los Pinos gracias a los oficios del gobernador Moreno Cárdenas y del jefe de la Fundación Colosio, José Murat.

La trampa del límite a las pluri es que muy probablemente el INE diga que la mesa de Campeche no tenía la autoridad legal para limitar un derecho establecido. El primero que se ampare logrará una decisión a su favor. Para el Gobierno es vital que así sea para sostener su alianza intrínseca con el poder sindical.

Las mesas tuvieron otros tres efectos que son positivos para Peña Nieto: se removieron los candados que se querían remover (plena libertad para elegir candidato), en la Mesa de Ética en Sonora se habló casi nada de corrupción y Manlio Fabio Beltrones no planteó criticas de peso a las reformas estructurales en Jalisco.