Los CEOs de las empresas más importantes del mundo, legisladores de su partido, excandidatos presidenciales y hasta expresidentes republicanos, todos han criticado, condenado o por lo menos se han desmarcado de los absurdos comentarios de Donald Trump sobre los acontecimientos del sábado en Virginia, donde una manifestante anti fascista murió en lo que se presume fue un acto terrorista por parte de un neonazi.

De hecho, fuera de su staff, hasta ahora nadie ha apoyado los comentarios del presidente. Ni siquiera Mike Pence, su vicepresidente, se animó a replicar durante una conferencia de prensa en Chile que "la culpa es de ambos bandos".

Existe, sin embargo, una comunidad que está muy contenta con el presidente. David Duke, quien en los ochenta fuera el líder supremo del Ku Klux Klan, y desde entonces uno de los pilares del movimiento ultranacionalista y supremacista blanco, agradeció al presidente Trump por "su honestidad y valentía".

Antes de que iniciara el evento del sábado, David Duke declaró en una improvisada entrevista difundida en Twitter que buscaban impulsar la agenda nacionalista de Trump. "Él nos prometió regresarnos nuestro país", dijo Duke.

Richard Spencer, ideólogo detrás de la alt-right que buscó -sin éxito-dar un rostro "moderno" a los supremacistas y protegerlos bajo un manto pseudo académico, se dijo "orgulloso" de que Trump dijera la verdad.

En los foros de Stormfront, la comunidad de supremacistas blancos más antigua en internet, los usuarios se desvivieron en aplausos para el mandatario y la corrección de curso que hizo la tarde de ayer después de que un día antes finalmente se animó a denunciar abiertamente a los racistas que marcharon el sábado.

"El presidente Trump se vio como el aguerrido y honorable Donald Trump de antes", dijo un usuario recordando al Trump de la campaña que, increíblemente, media sus palabras menos que el Trump presidente. Quizá estar en el lobby de la Trump Tower le recordó al presidente a su yo de hace un año y lo mucho que disfrutaba decir lo que sea que le cruzara la cabeza.

El triunfo de Trump en noviembre pasado inyectó energía renovada a un movimiento que había perdido mucha fuerza hacia el final de la administración de Barack Obama

"Fue el primer presidente al que he oído decir la relativamente balanceada verdad sobre los comunistas agitadores de izquierda y la gente buena y blanca de la derecha", continuó el usuario identificado como Tenniel y que es miembro del grupo desde el 2010.

A otro usuario le molestó que Trump comparara a los nacionalistas blancos con los supremacistas blancos, "lo que me indica que todavía no sabe que los nacionalistas blancos simplemente son norteamericanos blancos normales que se oponen a que su país, su civilización, su cultura, sus vidas y su genética" sean robadas.

Otra usuaria comentó que se sentía muy orgullosa de que Trump haya reconocido la responsabilidad de los manifestantes de izquierda en los hechos violentos. "Estoy esperando a que invite a un representante pro blanco a la Casa Blanca", dijo, refiriéndose a la invitación que Barack Obama hizo a los líderes del movimiento Black Lives Matters, activistas que protestan la muerte de afroamericanos inocentes a manos de la policía.

El triunfo de Trump en noviembre pasado inyectó energía renovada a un movimiento que había perdido mucha fuerza hacia el final de la administración de Barack Obama, sin embargo, sus declaraciones del sábado y las de ayer probablemente impulsarán todavía más los esfuerzos de los supremacistas, quienes sienten que tienen un aliado en la Casa Blanca.