Hasta ahora, las propuestas más importantes lanzadas por Donald Trump no han logrado  materializarse. El nuevo plan fiscal presentado por el gobierno estadounidense no sería la excepción.

En el mercado la percepción corresponde a este mensaje. No solo por la suerte que han corrido el resto de propuestas, sino también por las críticas que ya desde su campaña se vertían sobre este plan, sobre todo cuando se incluía el controversial BAT (impuesto fronterizo) que parece haber quedado fuera.

A pesar de que este punto quedó fuera, las críticas y dudas no han parado, por ejemplo se cuestiona constantemente la manera la capacidad que tendrá el Gobierno que encabeza Trump de recaudación. Algunos analistas ya vaticinan una caída en este sentido de hasta 4.5 billones de dólares.

De manera general, lo que Trump presenta es una modificación a la tasa impositiva para las empresas pasando del 35 al 25% además de una simplificación al ISR. Para el analista Arturo Carranza, del Instituto Nacional de Administración Pública, el impacto de estas medidas sería "severo" para el país, pues implicaría una amenaza para la inversión hacia México.

"Sí es un plan agresivo para México, porque Estados Unidos se volvería un país mucho más atractivo en cuestión de inversión, por su estructura fiscal. Pero para Trump el escenario es difícil también. Los críticos se preguntan cómo podría compensar esta caída en la recaudación. Políticamente se ve poco probable que salga en los términos planteados", explicó Carranza en diálogo con La Política Online.

Pero si lograra concretarse, ¿qué armas tendría México para hacerle frente? Carranza explica que por los tiempos políticos, la capacidad de respuesta de este gobierno sería bastante limitado. Además, Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, ya dijo que no hay espacio para hacer modificaciones tributarias como ya venía pidiendo la Coparmex. "Le tocará a la próxima administración hacer propuestas en este sentido", advirtió en ese escenario el experto.

Recuerda también que desde la izquierda la apuesta es aumentar el ISR y disminuir el IVA, en tanto que para la derecha y empresarios se plantea disminuir el ISR y aumentar el IVA. El debate está instalado ya desde hace tiempo.

Otras apuestas son ampliar la base tributaria, reduciendo la informalidad e incrementar la productividad en términos de tecnología e innovación, un reclamo constante desde algunos círculos académicos y del propio mercado, pero significa también un resultado a largo plazo.

Carranza además señala que los salarios mínimos es el factor que le da en verdad competitividad a México y este tema forma ahora parte de los cada vez más difíciles debates que enfrenta el país ante Canadá y Estados Unidos en la mesa de negociación del TLCAN.

Sin embargo, el especialista también afirma que no todo es negativo en caso de que una apuesta de esta semejanza pudiera ser aprobada: "En esos momentos tan difíciles es cuando México suele reaccionar, por lo que sería una oportunidad para que el Gobierno pudiera tomar decisiones quizá difíciles y replantear su reforma fiscal".