La semana pasada se supo que, de acuerdo con múltiples reportes, el secretario de Estado Rex Tillerson había dicho en una reunión en el Pentágono que Donald Trump era un "f---ing moron", algo así como "maldito imbécil". Ayer la NBC reportó que, según tres de sus fuentes que estuvieron presentes, el insulto de Tillerson fue provocado por una petición que Trump habría hecho en una reunión anterior con el alto mando del Ejército. Según el reporte, al presidente le habrían mostrado una diapositiva que explicaba la reducción del arsenal nuclear de Estados Unidos desde los años sesenta, misma que ha ocurrido gracias a una serie de medidas antiproliferación nuclear que en muchos casos Estados Unidos lideró. Al ver el reducido poder devastador norteamericano, el presidente habría sugerido incrementar 10 veces la cantidad de bombas nucleares en su arsenal. Tillerson y otros funcionarios del alto mando habrían convencido al presidente de no hacerlo.

Hoy Trump amaneció con esa noticia y rápidamente acudió a su cuenta de Twitter para rechazar la historia, tuiteando que "fake news" NBC "inventaron una historia de que yo quería aumentar por diez el arsenal nuclear de EU. Pura ficción, creada para humillar", acusó el presidente, y luego comparó: "NBC=CNN!".

Hasta ese punto nada más que el Trump de costumbre. Sin embargo, el tuit subsecuente provocó más indignación que la de costumbre, y es que, quizá todavía irritado por el episodio con Tillerson la semana pasada, Trump abiertamente amenazó con remover las licencias de transmisión de las principales cadenas de televisión, aunque no especificó cuáles.

"Con todas las Fake News que salen de NBC y las Cadenas, ¿hasta qué momento es apropiado cuestionar su Licencia? ¡Malas para el país!".

Algunos de los medios que han sentido la ira del presidente contra lo que él llama "fake news" son el New York Times, el Washington Post, y en repetidas ocasiones CNN. Es de considerar que la NBC es quizá la cadena que más ayudó a la meteórica carrera política de Trump. No sólo fueron los productores del programa que mandó Trump a la estratosfera mediática hace 15 años, The Aprentice, sino que le regalaron cientos de horas de cobertura y tiempo aire durante su peculiar campaña presidencial.

También es el hogar de Saturday Night Live, el programa de sketch cómicos que tras cuarenta años al aire tuvo un renacimiento con la llegada de Trump a la Casa Blanca. La interpretación del presidente Trump que ha hecho el actor Alec Baldwin es ya un clásico de la comedia moderna.

La amenaza de Trump, aún si no la cumple, podría ya interpretarse como una amenaza a la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos que garantiza la libertad de discurso. Literalmente desde el primer día de su presidencia Trump ha estado en un combate constante con todos los medios que se niegan a hacer coberturas amigables de su administración, pero esta es quizás la amenaza más explícita que ha hecho contra un medio.