El escándalo detonado ayer viernes por la propiedad de Alejandra Barrales en Las Lomas ya tiene efectos en las definiciones internas del Frente Amplio para la contienda en CDMX. El sector del PRD liderado por Los Chuchos (Nueva Izquierda) observa en este escándalo un envión para su objetivo: bajar de la candidatura capitalina a Barrales y encumbrar a Ricardo Monreal que se prepara para dejar Morena.

Entre las tribus hay fuerte escepticismo en que esta jugada vaya a progresar, no tanto por la falta de fuerza de Nueva Izquierda, sino porque se asume que obligatoriamente, dentro de la lógica frentista, la CDMX debe ser para PRD. Si no fuera Barrales, debería ser otra figura del Sol Azteca pero nunca Monreal, que además despierta claras suspicacias sobre cómo sería su conducta si ganara, respecto a la gestión actual de Miguel Ángel Mancera.

El caso de la mansión, que se suma al departamento en Miami le pone una carga adicional a la candidatura de Barrales y refuerza la tesis de que si ella es la candidata terminará muy por debajo de Claudia Sheinbaum. No solo eso. El sector de Los Chuchos aclara que posiblemente aparezcan nuevas propiedades, con lo cual la zaga inmobiliaria de Barrales promete continuar.

La dirigente entiende que Sheinbaum ha salido muy golpeada por los efectos del sismo en Tlalpan y que eso podría empatar las cosas. Por eso sigue resistiéndose de modo tajante a dejar su candidatura.