En medio de las tensiones que atraviesa la relación entre México y Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, ayer el Gobierno mexicano se unió a una demanda presentada por varias municipalidades en el estado de Texas contra una ley antiinmigrante que busca acabar con las llamadas ciudades santuario en la entidad. El argumento de México es bastante peculiar: de ser instituida, dicha ley lastimarÃa la relación entre ambas naciones.
"Dada la importancia de la relación entre Estados Unidos y México, es esencial para México ser capaz de abordar la discusión con un socio negociador consistente en lugar de entrar en 50 negociaciones diferentes con cada estado en lo que respecta al tipo y forma de aplicar la ley migratoria en dicho estado", comunicó la cancillerÃa.
La protesta de México es que la ley, que en agosto pasado fue cesada temporalmente por un juez del estado, crea tensiones innecesarias entre ambas naciones y demanda que México lidie con Texas de manera independiente, lo que pone en riesgo temas tan amplios como las importantes negociaciones del TLCAN, hasta asuntos de seguridad binacional.
La iniciativa nació en el Senado del estado y cuenta con el apoyo del gobernador Greg Abbott. A grandes rasgos prohÃbe a las municipalidades de adoptar directrices que limiten la ejecución de las leyes de migración federales. En ciudades como Austin y El Paso las policÃas locales no tienen como prioridad la detención de inmigrantes indocumentados. Además del sentido humanitario de estas polÃticas, tienen también una base práctica. Buscan que las comunidades de hispanos indocumentados no tengan miedo de reporta crÃmenes y acercarse a sus policÃas locales.
En la lista de ciudades y municipalidades que demandan el estado aparecen Houston, Austin, El Paso, Travis County. Abbott exige a las corporaciones de la ley en todo el estado a seguir las peticiones de los agentes federales migratorios para detener a inmigrantes que puedan ser indocumentados y que no cuenten con documentación a la mano, en contra de los deseos de los gobiernos locales.
La demanda es apoyada también por MALDEF, la liga mexicanoamericana de defensa legal y fondo educativo.
"Queremos nuestro dÃa en la corte", declaró en junio el alcalde de Austin, una de las ciudades más progresistas en el estado. "Durante demasiado tiempo la legislatura ha estado jugando football polÃtico con la seguridad de nuestra ciudad y de otras ciudades en Texas. Hoy, nos toca movernos a otro foro".
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