Antes de fin de año Esteban Moctezuma, cabildero de Grupo Salinas y nominado por AMLO para Educación en un virtual gobierno, recibirá a empresarios petroleros que le expresarán su inquietud por la elección de la diputada Rocio Nahle como potencial secretaria de Energía. 

Se trata de la única queja del poder económico respecto al gabinete. Todas las figuras son bien vistas salvo Nahle que ha sido una crítica audaz de la reforma energética y de la corrupción al interior de Pemex. Su postulación refuerza la idea de que la reforma puede estar en riesgo. Nahle llegaría al cargo con la primera misión de revisar todos los contratos firmados con grandes empresas en las licitaciones de las diversas rondas.

Hábil, Moctezuma propondrá a sus interlocutores que sugieran nombres tanto para Pemex como para la Comisión Nacional de Hidrocarburos, posiciones desde las cuáles se podría contrabalancear la influencia de Nahle. 

El temor de los empresarios es que simplemente con la llegada de Morena al Gobierno se comiencen a espaciar las rondas y terminen por suspenderse. Reorientar el plan de Pemex hacia la construcción de refinerías también es un aspecto que no termina de ser aceptado por el sector al entender que se trata de una inversión que Pemex no está en condiciones de hacer mientras el valor del crudo se mantenga como está.

Nahle sostiene que el país ha perdido su independencia energética y es una convencida de que los contratos firmados con privados son abusivos para con el estado mexicano.