Hoy el doctor de la Casa Blanca hizo el chequeo médico anual al presidente Donald J. Trump y declaró que "el presidente está en excelente salud". El doctor Ronny Jackson dijo que el examen salió "excepcionalmente bien", todo un logro para el mandatario que es célebre por su amor a las hamburguesas de McDonalds y a beber hasta 12 latas de Diet Coke al día.

Lo que en la era de W. Bush y Obama era casi un trámite sin importancia, en la era Trump fue un evento esperado durante meses. Particularmente tras la publicación del explosivo libro Fire and Fury, que narra los primeros 9 meses del gobierno de Trump y que puso en duda la estabilidad mental del mandatario. No son pocos los especialista que han cuestionado su capacidad para gobernar e incluso han sugerido que el presidente ya muestra signos de demencia.

Como respuesta, Trump ha aparecido más ante las cámaras. Incluso invitó a los medios a una negociación de casi una hora con legisladores de ambos partidos en la que el presidente se mostró atento y participativo, aunque como de costumbre no muy informado de los temas que se debatían.

Trump se defendió de los señalamientos esta semana y dijo en Twitter que era "un genio muy estable".

De hecho, a lo largo de mi vida, mis dos grandes cualidades han sido la estabilidad mental y ser, tipo, muy inteligente. La chueca Hillary Clinton también intentó jugar esas cartas muy duro y, como todos sabes, terminó quemándose. Pasé de ser un MUY exitoso hombre de negocios, a estrella top de TV... a presidente de los Estados Unidos (en mi primer intento). Creo que eso me calificaría no sólo como inteligente, sino genial....¡y un genio muy estable además!