Es tal vez el dato más sensible del viaje de urgencia de Luis Videgaray a Washington DC: Steve Bannon se reunió en la última semana dos veces con el fiscal especial Robert Muller que investiga el Russiagate. En paralelo se reunió también con el Comité de Inteligencia del Capitolio y con el jefe de Inteligencia Dan Coats. En esta reunión reservada se gestaron las frases demoledoras que emergieron de ese comité esta semana y que dan por descontado que el PRI perderá las presidenciales. De hecho, ese fue el disparador del viaje del canciller a EU.

El jefe de Inteligencia de Donald Trump, el exsenador Dan Coats dijo que José Antonio Meade perderá las elecciones por la inestabilidad económica del país y por las acusaciones de corrupción contra el Gobierno.

Videgaray tuvo varias reuniones ayer miércoles en la Casa Blanca y sacó la conclusión de que Bannon sería quién influenció dichas aseveraciones. El ex asesor en jefe se ha convertido en un factor de tensión para la relación bilateral porque es el principal enemigo de Jared Kushner, el yerno de Trump y principal colaborador de Videgaray en EU. 

El flanco débil del yerno presidencial son sus encuentros con el banquero Sergey Gorkov y con el ex embajador Sergey Kislyak. Las primeras detenciones ordenadas por Robert Mueller -quien lleva la investigación- están acelerando los tiempos. La percepción de la diplomacia mexicana en DC es que el próximo paso será en torno a Kushner o, en su defecto, el general Michael Flynn, que fue la primera baja en el gabinete por sus negocios con empresas de Moscú.

Si bien Videgaray ha construido nexos importantes con figuras del gabinete y con el asesor Gary Cohn, lo cierto es que Kushner es su persona de referencia en el Ala Oeste. El consejero impidió que Donald Trump se salga de modo unilateral del TLCAN meses atrás, organizó la cumbre con Enrique Peña Nieto en Alemania y por lo general, es el mejor indicador del inestable carácter de Trump. Su salida sería difícil de procesar para el canciller.