Como explicó esta redacción, en el mercado hablan de una postura más ortodoxa del gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, respecto a su antecesor, por lo que los dos incrementos que ha realizado bajo su mandato responden más a una presión constante de la junta, que además, apunta a una nueva alza.

Esta lectura la confirmó recientemente Javier Guzmán, subgogernador del banco central, quien señaló que la tasa referencial -que actualmente se encuentra en 7.50- "tendría adiciones alcistas" en los próximos meses.

"Soy de la opinión de que frente a los grandes riesgos futuros, persiste la posibilidad de movimientos adicionales alcistas de la tasa de política monetaria en México en los meses siguientes", dijo el subgobernador del banco central mexicano Javier Guzmán en un documento.

En su perspectiva, los riesgos mencionados están la posibilidad de grandes fluctuaciones del tipo de cambio asociadas a un resultado adverso en el TLCAN; una negociación más prolongada que impacte más en el consumo y la inversión; la elección presidencial de julio; y el estímulo fiscal en Estados Unidos.

Sin embargo, como explicaron allegados al gobernador de Banxico a La Política Online, en sus comentarios, "él muestra resistencia a este incremento y se percibe menos agresivo que Carstens". Por eso la idea de que en realidad Díaz de León todavía está muy condicionado por su Junta de Gobierno que acompañó a Carstens en el incremento de las tasas.

Por su puesto, como eje transversal a estos temores es el tema de inflación, el principal objetivo del banco central. Y es que la última estimación del Banxico es que en el primer trimestre de 2019 los precios al consumidor regresarán al 3%.

Este pronóstico es ampliamente cuestionado entre los analistas y ahora, también en la propia junta, pues aunque Guzmán consideró que el ajuste de 25 puntos base de febrero fue esencial para centrar la política monetaria en la convergencia a la meta en un lapso que preserve la credibilidad de la entidad y siga evitando efectos secundarios, también destacó que el balance de riesgos para la inflación "está claramente sesgado al alza".

En ese escenario, Guzmán no descartó que la convergencia hacia la meta ocurra incluso más allá del primer trimestre de 2019, como lo señaló la más reciente decisión de política monetaria.