Al filo del cierre de la séptima ronda de negociaciones, Donald Trump encontró una nueva manera de presionar para lograr un TLCAN como él lo busca: a través de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Esta mañana aseguró que si no se logra un tratado comercial justo, continuará con esta medida.

Un día antes a esta declaración, Peter Navarro, director de la Oficina Política Comercial, afirmó que la próxima semana podría concretar esta medida, al tiempo que descartó que se contemplara hacer excepciones para México o Canadá.

Se trata de la imposición de  aranceles globales de 25% y 10% a las importaciones de acero y aluminio, respectivamente. El anuncio motivó airadas reacciones de los socios comerciales de Estados Unidos y temores de que se desencadene una guerra comercial.

Y horas antes del cierre de los diálogos que llevan a cabo los tres países en México, Trump lanzó en su cuenta de Twitter: "Las tarifas de acero y aluminio solo se evitarían si se firma un acuerdo NAFTA nuevo y justo".

Como suele ocurrir, el presidente estadounidense argumentó los grandes déficits que tiene su país con México y Canadá por este acuerdo comercial. "Ha sido un mal negocio para Estados Unidos", señaló.

Agregó: "Canadá debe tratar a nuestros agricultores mucho mejor. México debe hacer mucho más para evitar que las drogas lleguen a los Estados Unidos. No han hecho lo que se debe hacer. Millones de personas adictas y muriendo".

Pero antes, refirió: "Estamos en el lado perdedor de casi todos los acuerdos comerciales. Nuestros amigos y enemigos han aprovechado los EU. Durante muchos años. Nuestras industrias de acero y aluminio están muertas. Lo siento, ¡es hora de un cambio!". 

Por su parte, las negociaciones del TLCAN continúan sin resolver el tema de reglas de origen, en donde el gobierno estadounidense tiene una propuesta agresiva de incrementar el contenido regional y que preocupa al sector automotriz, que pide se mantenga el acuerdo sin cambios. 

El tema provocó incluso choques entre este sector en México e Ildefonso Guajardo, a cargo de las negociaciones, pues acusan que, bajo la presión de dar pronto fin a las negociaciones, buscaba una contrapropuesta que no contaba con el aval de los automotrices. Finalmente no se presentó ningún plan por parte del equipo mexicano y a pesar de que en un inicio el objetivo era en esta séptima ronda resolver este tema, se sabe que se volvió a aplazar. 

Más tarde, el Gobierno mexicano dio réplica. A través de sus redes sociales, Luis Videgaray señaló que el tráfico ilegal de drogas "es una responsabilidad compartida entre México y Estados Unidos"

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), señaló que "solo trabajando juntos sobre la oferta y la demanda podemos terminar con el flujo ilegal de drogas, dinero y armas entre nuestros países".

Por su parte, el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, apuntó que "México no debe ser incluido en los aranceles de acero y aluminio. Es la manera equivocada de incentivar la creación de un TLCAN moderno".