El presidente de Estados Unidos Donald Trump, reconoció en entrevista esta mañana que efectivamente tenía conocimiento del pago que su colaborador Michael Cohen hizo a la actriz porno Stormy Daniels. En 2016, poco antes de la elección presidencial, Cohen entregó $130,000 dólares a la estrella a cambio de que no divulgara el romance que trece años atrás presuntamente tuvo con el presidente.

"Hagámoslo en el cumpleaños de Melania", dijo al inicio de la entrevista Trump. Cuando los conductores le preguntaron qué le había comprado a la primera dama, Trump respondió que no había tenido tiempo pero que le había regalado una tarjeta y flores.

En un principio, cuando explotó el escándalo, Trump rechazó tener conocimiento de la situación. Abiertamente dijo durante un chacaleo a bordo del Air Force One que no sabía si Cohen había pagado a Daniels: "Tendrán que preguntarle a Michael", dijo. Hoy Trump se contradijo cuando aseguró que Cohen "me representó con este trato con la loca de Stormy Daniels, él me representó", insistió.

"Como un porcentaje de mi trabajo legal, fue una fracción muy, muy pequeña", aseguró Trump sobre el trabajo como abogado que hizo Cohen.

El presidente ofreció una entrevista telefónica de alrededor de media hora a su programa matutino favorito: Fox and Friends, donde los tres conductores desde hace más de un año se dedican a aplaudir la agenda del mandatario y a criticar la investigación del caso Rusia que comanda Robert S. Mueller III.

Pero la declaración que más podría perjudicar al propio Trump fue la que hizo respecto a Michael Cohen. En algún momento Trump aseguró que Cohen había tenido una participación mínima en sus asuntos legales y que era más bien un empresario: "Entiendan, tengo muchos, muchos abogados. Tristemente, tengo tantos que no lo podrían creer", explicó.

"Como un porcentaje de mi trabajo legal, fue una fracción muy, muy pequeña", aseguró Trump sobre el trabajo como abogado que hizo Cohen.

La declaración de inmediato fue incluida en un documento legal donde los fiscales federales argumentaron que los documentos que confiscaron en las oficinas de Cohen no contendrían comunicación protegida por el privilegio de cliente-abogado.

Es decir, con sus declaraciones públicas el presidente está perjudicando la defensa de Michael Cohen, quien a su vez podría estar siendo presionado en este momento para que coopere con la investigación de Mueller y declare en contra de Donald Trump.

Sobre el exdirector del FBI James Comey, Trump dijo que era un filtrador y un mentiroso, "y no sólo en este caso, ha estado filtrando por años", agregó.

"Es un gran error este libro", dijo respecto a la autobiografía de Comey. "Él es culpable de cometer crímenes, y si tuviéramos un Departamento de Justicia que hiciera su trabajo..." En ese momento uno de los conductores lo interrumpió: "Señor presidente, es su Departamento de Justicia, señor", dijo. "Tiene a un republicano manejándolo".

Trump justificó su falta de acción directa sobre el supuestamente mal manejado departamento: "Debido al hecho de que tienen esta cacería de brujas con gente en el Departamento de Justicia que no debería estar ahí, ellos tienen una cacería de brujas contra el presidente de Estados Unidos, he tomado la posición-y no tengo por qué tomarla y tal vez cambie de opinión-de que no voy a involucrarme con el Departamento de Justicia. Voy a esperar a que esto termine", dijo.

Estuvo muy fea la cosa. Con lo del 'pequeño hombre cohete', y los botones; ‘mi botón es más grande', y todos decían ‘este tipo nos va a meter en una guerra nuclear'

Más adelante, Trump habló también del tratado nuclear con Irán, acuerdo que el presidente francés Emmanuel Macron intentó defender sin éxito ante los ojos de Trump esta semana.

"El presidente hizo un trato terrible, y cuando digo el presidente me refiero a la pasada administración", dijo, echando una pedrada a su antecesor Barack Obama.

Respecto al posible encuentro que prepara con el líder norcoreano Kim Jong Un, Trump dijo que no podía pronosticar el resultado: 

"Puede que me salga rápido, con respeto, pero podría pasar", explicó. "O tal vez la reunión ni siquiera ocurra, quién sabe, pero puedo decirles que ellos quieren reunirse. Querían ir a las olimpiadas".

Recordó los momentos más álgidos del conflicto con Kim: "Estuvo muy fea la cosa. Con lo del 'pequeño hombre cohete', y los botones; ‘mi botón es más grande', y todos decían ‘este tipo nos va a meter en una guerra nuclear'", bromeó.

"Déjame te digo", continuó el presidente, "la guerra nuclear hubiera ocurrido si tuvieras gente débil [en el gobierno]. Esto debió resolverse mucho antes de que yo llegara a la presidencia".