Yucatán se ha vuelto un estado crucial para el PRI porque hasta ahora es el único en el cual el candidato Mauricio Sahuí tiene chances serias de retener la gobernatura para el tricolor. Es por eso que para atenuar la ventaja el gobernador panista  de Quintana Roo Carlos Joaquín comenzó a opera en Yucatán por pedido de Ricardo Anaya.

Este es un dato relevante porque Carlos Joaquín se demuestra como el gobernador del PAN que más alineado se encuentra con la candidatura de Anaya. Y por eso ahora intenta potenciar al aspirante a la gobernatura yucateca Mauricio Vila.

Joaquín era un gobernador alineado con Rafael Moreno Valle y su proyecto presidencial pero desde que el poblano pactara con Anaya se volvió una espada del queretano.  

Los datos de Yucatán merecen una reflexión. Por ejemplo, allí la marca PRI funciona entre los jóvenes, el llamado voto millenial, o eso es lo que se desprende de los sondeos encargados por la campaña tricolor. Concretamente, los jóvenes de 26 a 31 años son el segmento en el cual Sahui tiene más tracción. O sea, entre los jóvenes incorporados ya a la vida laboral o en sus últimos años de estudios.

El voto millenial es una de las incógnitas de la elección actual porque son votantes por ahora indecisos. Son una de las grandes esperanzas de la campaña de Anaya para intentar alcanzar a AMLO.

Otra particularidad yucateca: la marca PRI parece tener mejor resistencia que en otras entidades. A pesar del desgaste del sexenio actual, cuando se mide preferencia por partidos, el PRI le saca diez puntos al PAN y casi veinte a Morena.