Tres semanas antes de la elección presidencial, el político y abuelo del gobernador chiapaneco Manuel Velasco, Fernando Coello, conversó a solas en un rancho en Chihuahua con Andrés Manuel López Obrador, a quien conoce desde hace décadas. Tras esa charla sin testigos, el Partido Verde abandonó la alianza con el PRI en Chiapas. Rutilio Escandón, candidato morenista, ganó con facilidad.

Ya concluido el recuento se desprende que si la alianza no se hubiera quebrado, Escandón hubiera ganado aunque por muy mínimo margen, y la de Chiapas sería una elección judicializada como la de Puebla o Veracruz. El Verde perdió las ciudades importantes del estado sureño, pero aseguró el control de la mayoría de sus municipios y una buena bancada en el Congreso local. El PRI se desplomó al tercer lugar, tal como se esperaba.

Tras la presidencial, Velasco le abrió la Conago a AMLO. Lo recibió con enorme deferencia, le prometió colaboración, y ante la multa del INE contra Morena publicó desplegados en periódicos nacionales para defender al tabasqueño.

La semana pasada le pidió a Mariana Boy, sobre cuya candidatura capitalina tuvo un enorme control, que se fotografiara con Claudia Sheinbaum, aun cuando no hubo ningún ofrecimiento concreto de la flamante jefa de gobierno hacia la aspirante del Verde y a pesar de las cares críticas del Verde hacia la ex delegada de Tlalpan. Sin embargo, al pie de la letra, Boy siguió la instrucción.

En el jet set de la farándula se comenta con enorme candor que la esposa de Velasco, la actriz y cantante Anahí Puente, fue una de las principales impulsoras para que Belinda se sumara como animadora de la campaña Morena, al punto de tener un show central en el ya célebre cierre en el Estadio Azteca.

Velasco, que será senador, quiere aprovechar su llegada al próximo presidente para dominar el Verde y terminar por eyectar a las que considera son figuras nocivas del partido, como Carlos Puente o Jorge Emilio González, el Niño Verde, y a quienes acusa de que juntos casi hacen que el instituto político se quede sin registro.

Velasco está en la intersección de tres figuras: AMLO, a quien accede en conjunto con su abuelo; Pablo Escudero, yerno de Manlio Fabio Beltrones; y finalmente, el canciller Luis Videgaray, quien es ni más ni menos el inventor de su carrera política. Casualidades: el acercamiento de Velasco a AMLO se inició justo cuando comenzaba la especulación de los nexos de Videgaray con el equipo de Morena que desataron la tempestad en Los Pinos.