Es otro cabo suelto que amenaza con romper la tranquilidad de Enrique Peña Nieto. Y acaso la información sobre este nuevo movimiento político en su contra haya definido su salida de México, con destino hacia una vida más apacible en España. A las amenazas abiertas de Emilio Lozoya -el primer viudo político del sexenio-, ahora se sumó Javier Duarte. 

El ex gobernador de Veracruz solicitó a la Fiscalía General que lo entrevisten para poder brindar información "valiosa y detallada" de la corrupción durante el pasado sexenio. Una amenaza directa contra varios funcionarios que -según relató- lo acorralaron para que se entregara, a cambio de darle protección a su familia, quienes se radicaron en Europa.

En una carta dada a conocer ayer lunes, Duarte explicó que cuenta datos en contra de diversos funcionarios de la anterior administración que pudiera ser de utilidad e interés para la integración de las indagatorias requeridas para la Fiscalía General, por lo que se dijo en "actitud y ánimo de que le sea tomada la debida declaración".

"Con la finalidad de contribuir a la correcta procuración de justicia, solicito a usted, Fiscal General de la República, gire sus apreciables órdenes a efecto de que se constituya un agente del ministerio publico federal en las instalaciones del reclusorio preventivo varonil norte", solicitó.

Hay que recordar que apenas unos días atrás, Enrique Peña Nieto habría dejado México, después de varios meses de una exposición pública en fiestas y reuniones coloridas, situación que era criticada por su entorno de mayor confianza. Muchos amigos le recordaban la vida cuidadosa que lleva Carlos Salinas de Gortari, otro que se radicó en Europa y juega a hacer política a la distancia. 

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Esta mañana de martes, Duarte inició una campaña mediática para instalar en la opinión pública sus amenazas. En entrevista radiofónica con Grupo Fórmula, dijo que toda esa información que tiene acerca de la corrupción del pasado sexenio se la reservará para las autoridades, aunque su principal señalamiento es la hoy extinta Procuraduría. 

Cuestionado por su deseo de querer declarar, explicó que se trata de "una responsabilidad ciudadana", pero también porque cuenta información de la que él mismo formó parte por conformar al Gobierno. "También por la extorsión a la que me vi afectado por funcionarios de la administración federal anterior. Fue una cacería inédita, un linchamiento publico descomunal basados en elementos que se están cayendo", dijo.

En la entrevista lanzó un dato que circulaba muy fuerte en el círculo rojo desde hace meses: "Pacté mi entrega, a través de los que eran abogados se hizo mesa de trabajo aquí en la Ciudad de México en donde participaron funcionarios de aquella administración del Cisen, Gobernación y PGR. Me entregué a cambio de que dejaran de molestar a mi familia".

El acuerdo, explicó, fue que se entregara antes de las elecciones a gobernador en el Estado de México, que se efectuaron en julio de 2017 -su entrega fue en abril- y fue a cambio de que dejaran a su familia en paz y fuera enviada a un lugar seguro, mientras a él se le garantizarían "las mejores condiciones". No obstante, asegura que no fue del todo respetado el pacto.

"Evidentemente fue otro engaño más de la administración", dijo. Dijo que él tiene registrado todo el acuerdo, "para que quede claro que no fue ningún circo de captura como se planteó. Fue una entrega y mi familia puede estar en paz y tranquilos". 

Los casos de corrupción en la administración de Peña Nieto también buscaron ponerse en evidencia por parte de la defensa de Emlilio Lozoya, quien solicitó que éste junto a otros integrantes de su Gabinete como Luis Videgaray o Pedro Joaquín Coldwell, declararan sobre la compra de una planta de fertilizantes que tiene bajo la mira de la justicia al ex directivo de Pemex. Sin embargo, ayer una juez desechó la petición.