En un inédito gesto de desprecio en materia diplomática, el excéntrico Jair Bolsonaro canceló a última hora una reunión con el canciller de Francia para ir a cortarse el pelo, evento que fue transmitido en vivo por redes sociales para dejarle en claro sus prioridades al europeo.

La suspensión fue comunicada por el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil a su par francés apenas unos minutos antes del encuentro, alegando "problemas de agenda" del primer mandatario.

A su vez, el vicepresidente Hamilton Mourão -quien debía reemplazar a Bolsonaro- también decidió modificar sus compromisos para no tener que atender al canciller Jean-Yves Le Drian, quien finalmente se despachó en una rueda de prensa y afirmó que Brasil deberá aceptar las normas ambientales para poder avanzar en el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.

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Precisamente este es el principal diferendo que viene afectando las relaciones bilaterales entre ambas naciones, incluso desde antes que Bolsonaro asuma su mandato, momento en el que Macron ya cuestionaba al presidente brasilero.

En rigor, el conflicto de esta tarde era completamente previsible a raíz de las declaraciones públicas de los últimos días. Desde un primer momento, Bolsonaro advirtió que los europeos "no tienen autoridad para discutir" la cuestión ambiental con Brasil, mientras que este lunes llegó directamente a ningunear al canciller al sostener desconocer su cargo.

"Hoy voy a recibir al premier francés (sic), si es que no me confundo, para tratar asuntos como el medio ambiente. Pero él va a tener que entender que el gobierno de Brasil cambió", subrayó.