El panorama para Mauricio Macri no está fácil. Tras la dura derrota en las primarias del pasado domingo, el Presidente de Argentina culpó a la ciudadanÃa por no haberlo votado, y explicó asà el motivo de la fuertÃsima devaluación que alcanzó casi 30% en un solo dÃa. El peso argentino habÃa cotizado a $46,90 el viernes y saltó a casi $60 el lunes.
La mañana de este miércoles, Macri pidió disculpas por la conferencia del lunes y asumió la culpa por la derrota. Aprovechó además, como habÃa adelantado LPO, para anunciar un paquete de medidas que apacigüen un poco el malestar que hay en la clase media, y acaso reconquistar los votos desencantados.
El problema es que este paquete de medidas -que incluyen pagos extras para los trabajadores estatales y para los programas de desocupados, reducción de impuestos y congelamiento en el precio de las gasolinas- tendrá un costo fiscal de 40 mil millones de pesos, que no se aclaró de dónde saldrán.
Desde luego, la reacción de los mercados fue negativa. Tras las palabras del Presidente, el dólar pegó un salto de tres pesos y el riesgo paÃs subió hasta los 1.925 puntos básicos. Horas más tarde la moneda estadounidense ya acumulaba un alza de cinco pesos hasta los $63 en el Banco Nación a pesar de que el Banco Central desplegó todo su poder de fuego.
Queda claro que Macri quedó encerrado entre dos fuegos. Por un lado, en un paÃs con un fuerte endeudamiento, debe mostrar capacidad de pago ante los futuros vencimientos. Pero al mismo tiempo necesita alivianar la presión social por una recesión que no dio respiro.
"La reacción del mercado fue muy mala, estamos en un escenario que a cuatro meses de terminar el mandato el mercado no cree en nada de lo que Macri dice. Ahora deberán hacer control de daños para manejar una transición ordenada porque es muy largo lo que queda hasta el 10 de diciembre", indicó a LPO el analista financiero Christian Buteler.
El problema radica en una falta de confianza frente a las constantes contradicciones en las medidas oficiales, que no parecen tener un rumbo claro.
Mientras durante años el ministro de EconomÃa, Nicolás Dujovne, subrayó la imposibilidad de estimular la demanda agregada a raÃz del estricto cumplimiento de las metas fiscales, ahora se lanza un paquete de $40.000 millones sin justificar su fuente de financiamiento producto de la marcha atrás en la suba de las retenciones al campo.
Esto no solo empeora el resultado fiscal e implica forzar el acuerdo con el FMI, sino que genera más dudas sobre la capacidad de pago del paÃs. No en vano el riesgo paÃs cruzó los 1.900 puntos básicos y se ubicó en el valor de fines de octubre de 2001.Con esa situación tan delicada sobre sus espaldas, Macri decidió por fin llamar a su adversario en las elecciones, el peronista Alberto Fernández, para mostrar algo de comunicación con quien, al parecer, serÃa su sucesor.
Macri aseguró que logró comprometerlo a "colaborar en todo lo posible para que este proceso electoral, y la incertidumbre polÃtica que genera, afecte lo menos posible a la economÃa de los argentinos".
"Se mostró con la vocación de intentar llevar tranquilidad a los mercados respecto a los riesgos de una eventual alternancia en el poder y quedamos en mantener una lÃnea abierta directa entre los dos", fue el segundo posteo del Presidente en su cuenta de twitter.
Fernández dijo unas horas después: "Hay voluntad de ayudarlo en lo que estuviera a mi alcance, teniendo en cuenta que solo soy un candidato a presidente, no soy un presidente electo, y que el resorte y el manejo de la economÃa y el paÃs lo tiene el Presidente. Pero debemos preservar la institucionalidad y que todo transcurra en paz, todos queremos que los argentinos estén tranquilos".
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