A ya menos de un mes de que entre en vigor el polémico convenio aéreo entre México y Estados Unidos sale a la luz la posibilidad de un nuevo acuerdo bilateral pero ahora con la Unión Europea, el cual ya prende las alertas en la industria aérea mexicana.

Resulta entonces imposible pensar en la negociación de un nuevo acuerdo sin tener en cuenta la experiencia que resultó con el país vecino, los temores que suscitó entre los actores de este sector y sobre el cual basarán sus exigencias en próximos tratados, como señaló en diálogo con LPO la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).

En 2014 se firmó el convenio bilateral sobre transportes aéreos entre los gobiernos vecinos, proyectado que entre en vigor el próximo año. Sin embargo, el tema principal de preocupación fue desde entonces el tema de cielos abiertos, dividiendo opiniones dentro del sector y principalmente, enfrentando la oposición de sindicatos, como el de pilotos y el de sobrecargos, que se han unido a otros grupos para crear el Frente por la Defensa de la Aviación Nacional.

Si bien la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) aseguró que el acuerdo no implicaría una política de cielos abiertos, ni preveía el cabotaje, la industria se mostraba escéptica al respecto. Todavía en su recta final, las mismas aerolíneas mexicanas tenían distintas visiones sobre el tema: en octubre Volaris había señalado que el acuerdo representaría un impulso al mercado y tendría un impacto positivo para la actividad económica y turística mexicana.

Por su parte, Aeroméxico señaló que respaldaba este acuerdo “sólo si éste permitirá concretar alianzas con otras aerolíneas con el fin de hacerlas más competitivas”.

El convenio con la Unión Europea

El día de ayer trascendió un comunicado emitido por la Comisión Europea quien planteó por primera vez, la posibilidad de generar un acuerdo aéreo entre la Unión Europea y México.

Si bien ya existen acuerdos entre ambas regiones, estos son individuales, sin embargo, con un tratado de esta magnitud, significaría una mayor regulación sobre ellos, señaló en diálogo con LPO el Capitán Mario Alberto González Aguilera, Secretario General de ASPA.

El tema, aclaró, se trata “apenas de una intención”, pues el tema apenas se pone sobre la mesa por las autoridades europeas y por lo tanto, estará por iniciar su discusión, con miras de que sea hasta enero en que se logre concretar algo y hasta mediados de 2016 que llegue a las autoridades mexicanas.

Pero considerando la experiencia que se tiene sobre Estados Unidos, los pilotos tienen bien claro que “hay errores que no se deben volver a cometer”, en términos de la negociación, explicó González.

“La posición desde ASPA es que se incluya de manera activa a todos los actores que participan en la industria, desde los empleados, las aerolíneas, los pilotos, los sobrecargos”, ello, a fin de poder llegar a un acuerdo completo, que incluya todas las partes y poder proteger la industria mexicana de aviación.

“La experiencia del acuerdo bilateral aéreo con Estados Unidos tiene que servir de referencia, en donde hubieron puntos en los que no hubo acuerdos” y en ese sentido, señaló que no se les dio voz a todos.

Sobre todo, señaló, no se escucharon nuestras voces en el tema de las salvaguardas: “esa exigencia por parte del sector no se cumplieron en el acuerdo con Estados Unidos. Nosotros le damos la bienvenida a cualquier tipo de acuerdo, y no pedimos proteccionismo, pero que se entienda que no tenemos la misma ventaja que tiene la industria estadounidense o la europea”, especificó.

Y es que la flota total de aviones comerciales ronda las 290 aeronaves, en tanto que en Estados Unidos, “una sola aerolínea cuenta con aproximadamente 600 naves”, como había explicado en pasada entrevista para este medio el vocero de ASPA, Leonardo Sánchez.

Este acuerdo supone una serie de beneficios nivel turístico y económico para ambas regiones del mundo, según versó el comunicado de las autoridades europeas, sin embargo, para González Aguilera, los mayores beneficios son para dicha región.

“Europa pone sus ojos porque México representa un mercado en crecimiento, el mercado europea está buscando expandirse en mercados de desarrollo como Asía o Medio Oriente. Para México en cambio, señala que es muy complicado abrir mercados en Europa”.

El acuerdo con la Unión Europea plantea que la mutua apertura de los mercados europeo y mexicano “generaría beneficios económicos significativos para ambos lados, principalmente con más consumidores, empleos directos y actividad turística”, añadió.

Además, promete reducir burocracia y costos, y simplificaría la gestión del sector para México, incluiría la armonización de reglas de seguridad y criterios ambientales y de protección de consumidores.