Tres meses después de que el semanario Proceso publicara que Joaquín López Dóriga abandonaría el noticiero estelar de Televisa, el comunicador anunció que el 19 de agosto sería su último día al frente del programa.

Al igual que varios partidos políticos que se “desligaron” de funcionarios que enturbiaban su imagen en estos últimos días, el Grupo Televisa decidió deshacerse de su histórico conductor estelar, Joaquín López Dóriga, luego de que mantuvo un fuerte pleito inmobiliario con la empresaria María Asunción Aramburuzabala tras el que se lo acusó de corrupción.

La carrera de López Doriga comenzó un declive en su credibilidad cuando la empresaria María Asunción Aramburuzabala acusó al periodista de intento de extorsión por 5 millones de dólares en septiembre pasado, a través de un video que circuló por varios medios en los que el abogado de su esposa pedía cifras millonarias a cambio de frenar uno de los proyectos de construcción de la magnate. 

Desde ese entonces, la empresaria -ex accionista de Televisa y heredera del imperio cervecero Modelo- inició una campaña con fuerte base en los medios por la que se descubrieron contratos millonarios y seis propiedades inmobiliarias de lujo, más dos yates, que poseía el periodista.

Por entonces, la revista “Proceso” publicó un reportaje con detalles del método de la supuesta extorsión que el conductor estelar de Televisa y Radio Fórmula realizaba a través de sus dos empresas, Akron y Ancla, beneficiaria de 237 millones de pesos en contratos por menciones, campañas y entrevistas de dependencias federales entre 2001 y 2015, justo el periodo de mayor influencia de López Dóriga, gracias a su posición en Televisa.

El rumor en enero pasado señalaba que López Dóriga sería sustituido por Denise Maerker, conductora de Atando Cabos. Televisa, se dijo entonces, negoció con León Krauze la posibilidad de incorporarlo en el horario estelar, aunque no habrían llegado a un acuerdo.

A petición expresa de Emilio Azcárraga Jean, López Dóriga no pudo utilizar su espacio informativo en la pantalla de Televisa para defender o contraatacar a Aramburuzabala. Tampoco desmintió la información publicada por Proceso, ya que argumentó que sus departamentos eran fruto de una “herencia” y que sus “barcos” no son de lujo.

Hasta el momento no se ha confirmado quién sustituirá al periodista que ha ocupado ese espacio por los últimos 16 años.