Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, conocidos popularmente como "los narcosobrinos" han sido declarados culpables por un juzgado estadounidense de haber tratado de llevar a cabo una transacción de drogas multimillonaria para obtener una gran cantidad de dinero en efectivo con la que pretendían ayudar a su familia a mantenerse en el poder.

  El caso ha sido un golpe frontal contra la administración de Nicolás Maduro en medio de las crisis económicas y políticas en el país sudamericano. Además, ha sido uno de los varios en los que fiscales estadounidenses han vinculado a personas relacionadas con el gobierno venezolano con el tráfico de drogas.  

Un jurado federal en Manhattan condenó a los familiares del mandatario por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos. Ahora, ambos acusados se enfrentan a una pena de prisión una vez se conozca la sentencia.  Fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 y trasladados a Estados Unidos después de una emboscada orquestada por la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés).

David Rody, abogado de los narcosobrinos, dijo a los miembros del jurado e que gran parte de las evidencias vinieron de un informante de la DEA que se hacía pasar por un miembro de un cartel mexicano y que más tarde fue declarado culpable de mentir al gobierno por traficar para sí mismo.