Tras dos encuentros en la Torre Trump, el ex gobernador de Texas Rick Perry se suma al gabinete ya que será nominado como secretario de EnergÃa. Su elección en combinación con la de Rex Tillerson (Exxon) para la SecretarÃa de Estado confirman que el establishment texano, el más fuerte en materia petrolera dentro de EU, tendrá una posición de privilegio en el equipo de la nueva administración.
Hasta el momento el gabinete Trump ha encumbrado a figuras de Alabama (Jeff Sessions al Departamento de Justicia), Carolina del Sur (Nikki Haley a la ONU) y Wisconsin (Reince Priebus, jefe de gabinete). Faltaba un representante de Texas, que es un bastión de los republicanos, de gran peso en el Colegio Electoral y donde Trump ganó por una ventaja mÃnima en décadas (6 puntos). Esa incógnita se reveló hoy con la aparición de Tillerson y Perry.
El ex gobernador fue considerado para múltiples oficinas en el gabinete: Asuntos de Veteranos, Comercio e incluso la SecretarÃa de Estado. Finalmente su destino será la cartera de energÃa.
Si bien es una figura vinculada al mundo del petroleo, Perry tiene un legado muy ligado a los renovables durante su paso de 14 años por el gobierno de Texas. Hoy por hoy ese estado es el principal generador de energÃa eólica en Estados Unidos. Durante su gestión se inició la apuesta por la energÃa solar.
Integra el board de Energy Transfer Partners, firma que es propietaria de su principal sponsor en materia de aspiraciones polÃticas: el billonario de Dallas Kelcey Warren.
Su posición implica un asiento en la Agencia de Seguridad Nuclear, donde Washington tiene poderosos intereses.
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