El nuncio Franco Coppola, máximo representante del Papa Francisco en México, organiza una cumbre de obispos de México y EU en Brownsville, Texas, que tendría lugar entre finales de febrero y principio de marzo. El motivo será emitir un comunicado contundente sobre el efecto del muro al cual la narrativa de la Iglesia Católica ya ha bautizado: "el muro de la expulsión".

El encuentro llega en paralelo a que Andrés Manuel López Obrador planifica una gira en California para visitar a migrantes y a que Ricardo Anaya hace lo propio en Texas. Desde la Conferencia del Episcopado Mexicano quien organiza la incursión a Brownsville es Arturo Montelongo que actúa en sintonía con Coppola.

El Papa tiene un fuerte respaldo y hasta incluso un acuerdo político con el clero de Estados Unidos. Fueron los obispos de Boston y Nueva York quienes reunieron los votos para que Jorge Bergoglio sea Papa. En paralelo se trata de las diócesis donde sigue sin haber culpables por decenas de casos de abuso de personas.

Como sea, este predicamento del Vaticano en EU le permite a la Iglesia Católica incrementar recursos para proteger a indocumentados en albergues y con defensa jurídica. Es un movimiento estratégico porque los latinos son los responsables del crecimiento de la fe católica en EU.

En paralelo desde la propia Iglesia Católica de EU habrá cabildeo sobre senadores y congresistas que responden a dicha fe.

Bergoglio ha confrontado con Donald Trump en la campaña y ha sido muy duro con la idea del muro. Entre los obispos mexicanos circula incluso el dato de que a fines de este año el Papa podría visitar EU.