Rafaél Moreno Valle quiere incrementar su presencia en el norte del país y en ese aspecto Monterrey se ha convertido en su centro de operaciones. Ha trabado alianza con la diputada local Karina Barrón del grupo independiente, con el ex alcalde de Monterrey Adalberto Madero (que dejó el cargo envuelto en denuncias de corrupción) y se comienza a acercar al grupo del senador Raúl Gracia, que controla el PAN estatal.

Con los empresarios el discurso del poblano  no está tan centrado en ideas sino en su experiencia ejecutiva lo cual lo haría más confiable que sus contrincantes. Tiene un aliado crucial en la figura de José Antonio Fernández, titular de Femsa y cuyo hermano, que vive en Puebla, es muy cercano a Moreno Valle.

En los primeros encuentros reservados que tuvo en la ciudad dijo crecer en las encuestas y dio a entender que el Gobierno lo apoyará si él es el único capaz de frenar a Andrés Manuel López Obrador el año próximo. Aseguro tener excelente relación tanto con Luis Videgaray como con Miguel Ángel Osorio Chong.

El PES es controlado por el empresario constructor Alejandro González Murillo, sobrino de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República.

Y es Hidalgo, que gobernaron Osorio Chong y Murillo Karam, uno de los enclaves del PES, cuyo presidente estatal, Natividad Castrejón Valdez, fue coordinador de Audiencias de la Secretaría de Gobernación desde el inicio del sexenio y, según su propia declaración oficial, ejerció simultáneamente ambos cargos durante cinco meses.

De hecho, RMV asegura que el partido de este último (Encuentro Social) ya estaría moviendo recursos y estructuras para su campaña y que por eso ha comenzado a crecer en estados donde hasta hace algunos meses pasaba desapercibido.

LPO reveló esta semana que el poblano está cada vez más cercano a Los Pinos y que Videgaray lo ve como una opción para conservar las reformas del actual sexenio y reforzarlas.