El gobernador de Alabama, Robert Bentley, se vio forzado a renunciar el día de hoy después de que un escándalo sexual lo llevara hasta la cárcel del condado de Montgomery, donde se declaró culpable de dos faltas menores relacionadas con el presunto amorío que sostuvo con una de sus principales asesoras. El republicano de 74 años fue electo en 2010 y de nuevo cuatro años después. Antes de la política se dedicó a la medicina, y sirvió como médico de la Fuerza Aérea en la base de Pope durante varios años.

En marzo del año pasado Bentley despidió a Spencer Collier, secretario de la policía estatal, a quien acusó de malversación de fondos del estado, aunque una auditoria posterior no pudo corroborar los dichos de Bentley. Poco después de su despido, Collier convocó a una conferencia de prensa donde aseguró que el gobernador estaba teniendo un romance Rebekah Caldwell Mason, su asesora política senior. Un día después un medio local publicó una grabación donde se escucha a Bentley declarando su amor a la asesora y otros detalles sexuales de la relación.

"Gran visita con el presidente Donald Trump. Hablamos sobre el destacado papel de Alabama en la nueva administración Trump y cómo juntos haremos América grande otra vez".

Bentley pidió una disculpa pública y aseguró que se trataba de una relación platónica que nunca se había consumado. No fue suficiente. El 30 de marzo de 2016 el auditor del estado interpuso una queja contra el gobernador por usar fondos del estado en el curso de su romance con Caldwell. Horas después, legisladores estatales exigieron la renuncia del gobernador.

Durante la campaña presidencial Bentley apoyó la candidatura del gobernador de Ohio John Kasich, e incluso se unió a las voces que condenaron a Donald Trump por el video donde se escuchaba al magnate describir cómo acosaba sexualmente a las mujeres, gracias a su status de celebridad.

Bentley declaró después que pensaba votar "por todos los republicanos que contienden, excepto por Donald Trump. Sin embargo, después del triunfo del magnate su tono cambio, e incluso asistió a la toma de posesión del presidente, donde se fotografió con Trump y su paisano el fiscal general Jeff Sessions.