Mientras en México el caso de Odebrecht sigue sin destapar responsables, Ricardo Anaya, dirigente del PAN, aprovecha para meter presión por la designación de un fiscal Anticorrupción y exige que se haga fuera de intereses políticos.

El dirigente del blanquiazul hizo énfasis en el caso de la constructora brasileña que ha generado investigaciones en distintos países pero que en México ha seguido resagada en un claro choque de intereses en Los Pinos y en la PGR y Emilio Lozoya, bajo la lupa mediática.

Anaya consideró que este caso coloca al Gobierno en un "referente internacional de la impunidad", lamentando que "por una autoridad extranjera nos enteremos de la corrupción que se comete en el país, porque las autoridades mexicanas no están dispuestas a investigar la corrupción en México".

Por ello refirió que se mantendrán vigilantes en torno al Sistema Nacional de Anticorrupción (SNA), "de que pueda dar verdaderos resultados y no se partidice. Para ello es indispensable que el Fiscal Anticorrupción se elija con toda responsabilidad".

Pero también habló sobre la cabeza de la Procuraduría General de la República (PGR), opinando que se debe eliminar el pase automático de esta dependencia a la Fiscalía General. "En la procuración de justicia deben estar ajenos los intereses de los partidos. Esto, desde luego, es extensivo también al combate contra la corrupción", enfatizó.

"La Fiscalía Anticorrupción es la pieza clave de todo el sistema, pues será la encargada de integrar las averiguaciones en materia penal, aplicando la ley por igual, sin distinción de partidos. No debe haber pretexto. Que los corruptos devuelvan lo robado y que quienes hayan cometido actos graves de corrupción se vayan a la cárcel", aseguró Anaya Cortés.