El monje negro de los neo nacionalistas enfrenta su peor crisis desde que salió de la Casa Blanca el verano pasado. Con un toque de misterio, narcisismo y arrogancia, Stephen K. Bannon supo colocarse hábilmente como el king maker detrás del casi milagroso triunfo de Donald J. Trump en 2016, y con esa misma habilidad, aunque sin experiencia o destreza, consiguió el apoyo de importantes donadores que veían en él la promesa de poblar al partido y al gobierno con políticos cortados con la misma tijera proteccionista y radical que el presidente de Breitbart.com.

Hoy, tras las incendiarias declaraciones que hizo al periodista Michael Wolff, Bannon fue públicamente rechazado por Rebekah Mercer, hija y heredera de su principal aliado, el mega donador republicano Robert Mercer, un pionero informático que en los años 90 convirtió su modesta riqueza en una fortuna calculada en 12 mil millones de dólares, y que desde hace varios años ha financiado think tanks conservadores como la Heritage Foundation y apoyado causas descabelladas como el retorno del dólar al estándar de oro.

Yo apoyo al presidente Trump y a la plataforma sobre la que fue electo. Mi familia y yo no nos hemos comunicado con Steve Bannon desde hace meses y no hemos dado ningún apoyo financiero a su agenda política

Ya desde septiembre pasado, cuando Bannon anunció con bombo y platillo su guerra contra el establishment republicano y sus líderes, Mercer se desentendió del empresario de medios e incluso cedió su participación accionaria en Breitbart a su hija Rebekah, la misma que hoy lanzó un inusual comunicado contra el ex estratega presidencial.

"Yo apoyo al presidente Trump y a la plataforma sobre la que fue electo", declaró la heredera. "Mi familia y yo no nos hemos comunicado con Steve Bannon desde hace meses y no hemos dado ningún apoyo financiero a su agenda política, ni apoyamos sus recientes acciones y declaraciones", dijo.

Se trata de una movida notable por parte de una familia que siempre ha estado más cómoda operando desde las sombras y que no acostumbra emitir comunicados tan claros. Se puede interpretar como una señal de deferencia ante el presidente, quien, según han declarado periodistas cercanos a la Casa Blanca, está furioso por los ataques contra sus hijos y particularmente por la intención de Bannon de pintarse como el responsable de su victoria electoral el año pasado.

Otros rumores apuntan a la verdadera razón del abandono de los Mercer: Bannon ya tiene la mirada puesta en 2020 y su intención sería lanzarse como el heredero natural de Trump y conquistar la presidencia. Al parecer, el estratega ha alardeado a puertas cerradas que Robert Mercer estaría dispuesto a financiar su candidatura. La asociación con una figura tan controversial habría molestado al magnate financiero.