La noche del jueves fue aciaga en el entorno presidencial. Se esperaba que la aparición de Andrés Manuel López Obrador en Televisa fuera una continuidad del primer debate y el tabasqueño se viera complicado, autoritario e intolerante. Nada de eso sucedió. De hecho, salió mejor parado en Televisa que en su incursión similar a Milenio hace un mes y medio.
El conductor JoquÃn López Doriga, que a veces quiere despuntar como asesor polÃtico, habÃa enviado algunos mensajes a la campaña de José Antonio Meade en la tarde previa: opinaba entonces que la participación del candidato le serÃa desfavorable. Pero cumplió con su pronóstico.
Una presencia televisiva no define absolutamente nada. La conclusión es mucho más profunda. Se trata ya de un lugar común de la campaña tricolor, que no cumple ninguno de sus objetivos, plazos ni proyección. En resumen: lo que se espera en el war room tricolor no sucede o llega demasiado tarde.
Repasemos: Meade iba a trepar a los 25 puntos en el destape de diciembre y no ocurrió. Se dijo entonces que cuando subiera su conocimiento entre la población -para enero- ahà sà subirÃa su flujo de votantes. No sólo no subió, sino que bajó. El primer debate serÃa el envión decisivo pero sigue rondando los 20 puntos. Todas profecÃas que nunca se cumplieron.
Entre las cosas que llegaron demasiado tarde está el desembarco de René Juárez en el PRI. Lo que deberÃa haber sucedido en enero -cuando las bases ya dejaron una evidencia pública de su malestar con Ochoa- se demoró en exceso y ahora ese delay genera otra discusión decisiva en el Gobierno: la posibilidad de hacer un nuevo reparto de pluris.
Juárez ha hablado con varios dirigentes y operadores territoriales en las últimas horas y el planteo se reitera: Ochoa debe dejar su nominación pluri a San Lázaro -otros de los disparadores de la rebelión- y el mismo camino debieran correr Vanessa Rubio y Fernando Galindo. Y no se trata tanto de quienes llegarán sino de que estas figuras ya no estén. El plazo final es hasta un mes antes de la elección. Ya despúes cualquier cambio es imposible.
La idea de un recambio en las pluris se escuchó por primera vez semanas atrás, cuando Peña Nieto estuvo en Sinaloa. Obviamente la motivación era otra: que Aurelio Nuño tuviera alguna posición para un cercano. En diciembre, Nuño dijo que iba a sacar la elección adelante y por eso cuando el presidente le ofreció alguna posición la rechazó de plano (en cambio Luis Videgaray acaparó cuanto pudo). De ese optimismo invernal ya no queda nada.
Las expectativas están deprimidas y el recambio en los pluris solo tiene por finalidad reabrir el juego para que entren al ruedo operadores que puedan contabilizar su presencia en votos. El fantasma de una debacle está más presente que nunca y el Gobierno busca con desesperación como quebrar un ritmo inercial que parece no tener fin y que ubica a un López Obrador inalcanzable.
"Errores solo hay uno, lo demás son consecuencias", escuchó en las últimas horas Emilio Gamboa en una comida con senadores de su Partido. Una frase con cariz de sentencia y que apela a quienes construyeron la idea de que Meade podÃa funcionar como candidato. Ese grupo de poder afronta en este momento el más duro de los embates: el que viene del interior.
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- 128/01/2217:08Estamos en presencia de la debacle PRIISTA. Sus maneras de hacer campaña, de seleccionar sus candidatos son anacrónicas. México es otro y NO tiene MIEDO. México está indignado, inseguro, con resentimiento y empobrecido. Eso contrasta con la vida de lujos y excentricidades de sus políticos. México sacará de los Pinos al PRI y señalara al PAN como el cómplice que le falló a los mexicanos. AMLO representa la esperanza de México. Bienvenido Señor Presidente!