Fue un giro histórico para Andrés Manuel López Obrador. Toda la izquierda mexicana asegura que en 2006 habrÃa llegado a Los Pinos si no hubiera tomado una postura sectaria con Elba Esther Gordillo. Hay que recordar que la maestra terminó acordando con Felipe Calderón y la elección se definió por escasos 200 mil votos en favor del PAN.
Doce años después, toda la familia de Gordillo trabaja para la campaña del tabasqueño, que sin dudas ingresó en una fase más pragmática. Incluso, por primera vez, López Obrador defendió a la sindicalista de forma pública, al considerar que fue "usada y desechada".
"Quienes usaron a la maestra, como suele pasar en estos casos, la convirtieron en chivo expiatorio. Ella les ayudó, pero ya cuando no les sirven, los desechan. Y yo tengo una debilidad: no me gusta que se ensañen con la gente", aseguró en una entrevista en Televisa. Una postura similar habÃa tomado con Napoleón Gómez Urrutia.
Ahora, las últimas denuncias que surgieron desde el entorno más cercano de Elba Esther apuntan a un endurecimiento en las medidas de presión domiciliaria por parte de la PGR y que su defensa acusa como "excesivas".
De acuerdo con la defensa de la ex lÃder del SNTE, el pasado jueves se le impidió tener la visita de uno de sus nietos, asunto que se llevó a audiencia para discutir si se trata de un "apretón de medidas" por parte de la dependencia, o solo un plan de régimen ordenado de sus visitas.
En entrevista radiofónica con Grupo Fórmula, René Fujiwara -nieto de la maestra y simpatizante de Morena- explicó que se está prohibiendoo el ingreso de cualquier familiar cercano, y agregó que durante el pasado fin de semana también se dificultó el ingreso de su médico. "Incluso se intentó instalar una agente mujer en su habitación", relató.
"Fue a partir del jueves que llegó un grupo de élite de la PGR con instrucciones muy claras de intentar aislarla totalmente del mundo, de no permitir el ingreso de ningún familiar cercano, ni siquiera de su médico. Medidas que consideramos excesivas", agregó Fujiwara.
LPO habÃa anticipado semanas atrás que Gordillo habÃa empezado a orquestar, desde su prisión domiciliaria en Polanco, una estrategia de colaboración para cuidar las casillas en varios estados -sobre todo, norteños- donde Morena no consigue garantizar la fiscalización.
"Ya habÃa pasado. Me siento bastante responsable por haber metido a mi abuela en esta dinámica tan compleja y llama la atención que haya ocurrido en el mismo marco de los cambios que estaban realizando al interior del PRI", intentó culparse Fujiwara.
El nieto de la maestra aseguró que se vive una elección que se ha contaminado mucho. "Pedimos que ya haya claridad, ha estado su caso plagado de irregularidades. Se me hace algo bastante inhumano y cruel para nosotros que queremos estar cerca de ella", agregó.
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