El escándalo recién empieza. La poderosa multinacional brasileña firmó un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la justicia de su país y la suiza, en el que confesó buena parte de sus prácticas corruptas de los últimos años y aceptó pagar una multa que supera los 2000 millones de dólares.
En ese disclosure explosivo, Odebrecht relata con lujo de detalles los sobornos que pagó en todo el continente –e incluso algunos países africanos- para garantizarse obras públicas a precios de escándalo.
Encabeza el ranking Brasil con sobornos pagados por más de 500 millones de dólares, sigue Venezuela con 98 millones, República Dominicana con 92 millones, Panamá con 59 millones, Argentina con 35 millones, Ecuador con 33 millones, Perú con 29 millones y México con poco más de 10 millones de la moneda estadounidense.
En total la firma confesó que pagó sobornos en 12 países por más de mil millones de dólares. En México lleva adelante importantes proyectos como la construcción del proyecto Etileno XXI en Veracruz. Se trata del complejo petroquímico más importante del país, que construye en alianza con Idesa.
Y ahora mismo, como reveló LPO, la firma brasileña compite para quedarse con la construcción de un gasoducto para Pemex, que una Cancún con Puerto Progreso.
En los párrafos que trascendieron hasta ahora del acuerdo firmado con el Departamento de Justicia, la firma que también firmó el acuerdo a través de su brazo petroquímico Braskem, todavía no hay detalles de a que funcionarios y en concepto de qué pagó los sobornos en México.
El acuerdo lo firmaron por parte del gobierno estadounidense, el procurador Robert L. Capers y el jefe de la sección de fraude del Departamento de Justicia, Andrew Weissman.
La firma quedó acorralada por la investigación del juez federal brasileño, Sergio Moro, conocida como “Lava Jato” que destapó las multimillonarias mordidas que se pagaban a Petrobras para que la petrolera estatal concediera jugosos contratos de obra pública.
Obedrecho es la cabeza de león de una cartel de empresas brasileñas, cuyos principales directivos fueron a prisión y luego de firmar un acuerdo de “delación premiada” quedaron en libertad vigilada con arresto domiciliario o pulsera electrónica. Ese acuerdo es similar a los arrepentidos del sistema norteamericano.
En el caso de Odebrecht, fueron a prisión más de 70 ejecutivos y el dueño y CEO de la firma, Marcelo Odebrecht. Los ejecutivos ya están saliendo y se espera con expectativa que se conozca el testimonio del dueño de la empresa.
Lo poco que trascendió amenaza con voltear al gobierno de Michel Temer, que también está acusado de recibir mordidas de esa firma, como sepultar definitivamente la carrera de Lula da Silva, que intenta volver a pelear por la presidencia en el 2018.
Se entiende, Odebrech financió prácticamente a todo el sistema político de Brasil.
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