En unos días se cumple un año de que el IFT ordenó la separación de Telmex, de América Móvil para ofrecer dos tipos distintos de servicios, desde entonces, el plan para su separación ha sido un punto de desacuerdo entre la firma de Carlos Slim y el regulador que comanda Gabriel Contreras.

En octubre del año pasado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones rechazó la propuesta de América Móvil para separar a Telmex seis meses antes. Sin dar más detalles, el regulador dijo entonces: "la propuesta debe ser modificada a efecto de asegurar la eficacia de la separación funcional y el cumplimiento de los objetivos previstos en la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones".

La orden era que la nueva compañía será mayorista al concesionar su infraestructura a otras firmas para que ofrezcan sus servicios de telecomunicación, mientras que Telmex (aunque puede cambiar de nombre) será el minorista por que prestará servicios a usuarios finale

El pasado 27 de febrero, fue el turno del IFT, quien presentó una propuesta para la división de la firma telefónica a través de nueve requisitos e imponiendo un plazo de dos años para concretarlo y fue aprobado por cuatro de sus siete comisionados.

La propuesta habla de proveer los servicios de desagregación de la red local, los enlaces dedicados locales y la infraestructura pasiva a operadores que ofrezcan servicios a usuarios finales.

También tiene que presentar reportes trimestrales de cumplimiento de las medidas de preponderancia. Asimismo, debe contar con un Consejo de Administración diferente de las empresas integrantes del Agente Económico Preponderante con título de concesión en materia de telecomunicaciones.

El regulador pide a la empresa contar con un Comité de Auditoría y un Comité de Cumplimiento Regulatorio así como tener domicilios distintos a los de Telmex, Telnor y Telcel, "en donde se realicen las funciones de administración y toma de decisiones de las nuevas empresas".

 Héctor Slim Seade, director general de Telmex, y Francisco Hernández, líder del sindicato de telefonistas. 

Cuartoscuro

El instituto aclaró que la separación funcional ordenada por el Instituto no supone una separación estructural, ni desincorporación de las empresas que componen América Móvil, por lo que ésta será responsable de la viabilidad técnica, económica y financiera de las nuevas empresas mayoristas.

Es decir, la firma deberá aportar los recursos necesarios para que cumplan con su objeto social, contemplando en todo momento el respeto de los derechos laborales de los trabajadores.

Ese fue el tema de desacuerdo para la firma de Slim. En un comunicado emitido a la Bolsa, se aclaró que impugnará esta resolución pues afirma que "difiere sustancialmente" de su propuesta.

Y es que explicó que "el consejo de administración de América Móvil ha tomado la determinación de no subsidiar ni financiar las operaciones de la entidad separada, aunque reconoció que su cumplimiento es obligatorio, por lo que Telmex y Tenor iniciarán el proceso de separación en los términos señalados por el IFT.