En doce meses -o incluso menos, sí existen las condiciones- Telmex podría tener lista la nueva empresa que generará su división ordenada por el IFT.  Es un cálculo que hacen analistas del sector, una vez que el regulador conceda el visto bueno a la propuesta que América Móvil entregó el pasado 26 de abril.

El IFT  había dado hasta mayo para que la empresa de Carlos Slim entregara su propuesta de división y tres años para concretar la separación de Teléfonos de México en dos compañías. No han trascendido detalles sobre el plan que delineó Grupo Carso pero la expectativa es que en doce meses se concrete. Ahora dependerá del Instituto que  dirige Gabriel Contreras que tiene un plazo para su análisis no mayor a 75 días.

En dicho plazo la empresa que dirige Héctor Slim Seade se dividirá para ofrecer  un doble servicio: la nueva compañía será mayorista al concesionar su infraestructura a otras firmas para que ofrezcan sus servicios de telecom mientras que Telmex (aunque puede cambiar de nombre) será la minorista por que prestará servicios a usuarios finales.

En el sector explican que se un movimento relativamente rápido porque escencialmente Carso debe realizar un reordenamiento administrativo (situación de empleados, cuestiones societarias, etc.), - que en gran parte ya está elaborado e integra el plan presentado al IFT-, y accionario, que también se concretará con relativa facilidad porque los grandes tenedores de títulos en la asamblea de Telmex son miembros de la familia Slim. Aprobar estas disposiciones y notificarlas a la BMV no requieren de plazos más extensos.

En el empresariado  las dudas se centran sobre los alcances de la imposición del IFT al emporio de Slim. Alegan que el único caso similar es una orden de separación en dos compañías en Reino Unido (British Telecom), que no dio resultados.

También, generó un fuerte conflicto entre la planta trabajadora de la empresa telefónica: el tema es que el sindicato asegura que con esta medida asimétrica, el IFT viola su contrato laboral. No hay certidumbre para los trabajadores sobre lo que ocurrirá una vez que se generen estas nuevas empresas; se preguntan si serán recontratados y qué pasará con los jubilados.

Para el analista Jorge Bravo, director editorial de Mediatelecom, todo dependerá de la rentabilidad que alcance la nueva empresa, que se encargará de gerenciar la infraestructura de la red de telefonía y banda ancha fija. Además, deberá poner a disposición de los otros participantes de mercado, a través de concesiones, tanto infraestructura como espectro de banda ancha.

"El IFT tendrá que vigilar que la empresa sea rentable y eso debe estar claro en el modelo de negocios presentado por América Móvil: no sólo recuperar costos, sino generar ganancias, como cualquier negocio. Entonces podrá invertir más en redes y eso hará que los competidores puedan incrementar su participación en el mercado", señaló Bravo.

En teoría, al generar estas dos empresas, el IFT podrá regular las tarifas que dé a los otros competidores, de manera que sea similar para todos y en las mismas condiciones. Y de lograr ser rentable, eso traerá por consecuencia que la empresa de Slim pierda terreno como preponderante, al menos en el sector de telefonía móvil.