El mercado toma nota de la falta de participación por la banda 2.5 GHz, con la negativa de Telcel y Altán. Ahora solo quedan dos posibles participantes: Telefónica y AT&T, lo cual genera fuerte inquietud porque tampoco es seguro que la española participe.
La falta de participación tiene diversas lecturas. Altán expuso que, debido a que arrancó en marzo con las operaciones de la Red Compartida, se concentrarÃa en el desarrollo de la red de la banda de 700 MHz, una acción comprensible entre los especialistas.
Por su parte, Telcel, explicó que cuentan con espectro suficiente con el adquirido cuando compró 60 MHz de Grupo MVS. Con ello, negaron además las teorÃas de que hubieran rechazado ante un bloqueo por parte del IFT, que les prohibió participar en la primera ronda, por ser agente preponderante.
Esta banda es fundamental para el desarrollo de la banda ancha móvil LTE; permitirÃa mayores velocidades de descarga, mejor calidad en el servicio e importante para el desarrollo de 5G, sin embargo, su licitación fue ampliamente postergada, a pesar del interés de los jugadores.
Sin embargo, un prolongado litigio entre MVS y el Gobierno retrasó la posibilidad de abrirla hacia nuevos jugadores y posteriormente, dio preferencia a la Red Compartida (cuya licitación también tomó más tiempo de lo esperado). En opinión de Gonzálo Rojón, este es uno de los motivos de la falta de participación, pues ahora además, las condiciones en el mercado son otras.
Para el analista Jorge Bravo, de MediaTelecom Policy and Law, la falta de participación no es de prender alarmas: "Es positivo, porque si entraran nuevos competidores, pero no invirtieran, entonces no sirven de nada y serÃa un desperdicio de la banda", explicó, refiriéndose al caso de Atlán.
En contraparte, el especialista de The Competitive Intelligence Unit, considera que es preocupante que queden solo dos participantes pues la posibilidad de que Telefónica no participe es alta Como ya habÃa adelantado este medio, se señala la falta de solidez en sus finanzas, y asÃ, habrÃa poco despliegue y una competencia desigual entre AT&T y Telcel.
"Eso supondrÃa poner en riesgo la posibilidad de que México termine su rezago con las tendencias de consumo de las nuevas generaciones", explicó Rojón. Para él, la postal es clara: "AT&T si participarÃa por su trayectoria, pero Movistar no tendrÃa una oportunidad tan alta por su salud financiera, es una inversión muy fuerte y no están tan sólidos".
Bravo es más positivo en ese sentido, pues explica que se esperarÃa que la empresa española tenga una estrategia financiera: "Es un desafÃo fuerte, pero no hacerlo puede empeorarÃa más su situación".
Pero advierte que de no entrar, significara un mercado con un nivel no sano: "No habrÃa verdadera competencia en esta banda".
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